España
El milagro del Rivas
El equipo madrileño ganó la Copa. Bonner, la MVP, se pasó las Navidades en la cama por una neumonía
Madrid- Amaya Valdemoro celebró la victoria en la Copa de la Reina ante el Ros Casares como si la mejor jugadora del baloncesto español no hubiera ganado un título en su vida. El Rivas Ecópolis, el que está llamado a ser el último equipo de su carrera, había derrotado en la final (59-63) al anfitrión, al mejor equipo de España, al campeón de las últimas cuatro ediciones.
El Rivas Ecópolis ha crecido a la misma velocidad que la localidad a la que representa, Rivas-Vaciamadrid. Situada a 15 kilómetros de la capital, en 1980 contaba con 500 habitantes. Ahora tiene más de 70.000. El Rivas Ecópolis entró en la élite hace siete años y logró ayer el primer título de su corta historia entre los grandes con la Copa del Rey de Valencia.
En una competición dominada por el Ros Casares y el Perfumerías Avenida –los Real Madrid y Barça de la Liga femenina–, el equipo de Javier Fort se ha convertido en una alternativa antes de lo previsto. En su plantilla hay una mezcla perfecta de experiencia y juventud. Más de medio bloque tiene menos de 23 años y cuenta con cuatro de las jugadores que en septiembre fueron bronce en el Mundial con la Selección. La llegada de Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar –ambas son mayores que el entrenador, que cuenta con 30 años– junto a Anna Carbó y Laura Nicholls convierten al Rivas en una sucursal de la Selección mejorada con jugadoras como DeWanna Bonner, la Jugadora Más Valiosa (MVP) del torneo.
La ala-pívot estadounidense de 1,93 se ha convertido en el factor diferencial del Rivas en la Copa. Sus 22 puntos y 12 rebotes fueron una pesadilla para el Perfumerías Avenidas en semifinales y lo han sido para el Ros en la final. Bonner pasó las Navidades en su país. Lo hizo en la cama aquejada por una neumonía. El miércoles, 72 horas antes de arrancar la Copa, aún no había recibido el alta ni había aterrizado en España. Después de ser elegida la mejor sexta jugadora de la NBA femenina en las dos últimas temporadas, esta psicóloga es una de las sensaciones de la Liga. «Sí, os prometo que he estado mucho tiempo enferma… Es increíble. Estoy muy feliz por el equipo». Bonner reconocía que la charla de Elisa Aguilar motivando a sus compañeras antes del partido había sido decisiva: «Nos dijo que no teníamos nada que perder y así ha sido. Estoy entusiasmada». Casi tanto como Amaya Valdemoro, que no pudo evitar las lágrimas.
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