Ciudad del Vaticano
Marta Lago: «Benedicto XVI conoce bien los contrastes dramáticos de España»
La madrileña Marta Lago, vice encargada de la edición semanal en lengua española de «L'Osservatore Romano», es una de las mujeres que ha alcanzado una responsabilidad más alta en el diario de la Santa Sede.
-¿Con qué momento se queda de los vividos por «L'Osservatore Romano» en estos 150 años de historia?
-Con el momento presente, que recoge todos los desafíos y la experiencia de 150 años y permite, con esa perspectiva, contemplar el futuro con confianza. De hecho Benedicto XVI enseña, con su propio ejemplo, a actuar así: a mirar siempre hacia adelante, abrazados a la gran esperanza que no defrauda, al Señor de la historia.
-¿De qué manera piensa que debe cambiar el diario en el futuro?
-El periódico siempre ha caminado al ritmo del tiempo que le tocaba vivir. Y cada día se reinventa, con observación, reflexión, esfuerzo y un gran trabajo en equipo. Manteniendo este dinamismo, podremos seguir viendo una evolución constante. El periódico se crea y se recrea cada día.
-¿Cuál es la mayor dificultad a la hora de informar del Papa y de la vida de la Iglesia?
-Más que dificultad, hablaría de exigencia. Se requiere precisión, ponderación, equilibrio. Fidelidad a la esencia de las palabras del Papa, por ejemplo en titulares, introducciones, síntesis y claves interpretativas. Igual podríamos decir de la información de la vida de la Iglesia en todo el mundo. El lector merece todo el respeto a su deseo y necesidad de información. Por este camino considero que se cumple este deber.
-¿Cómo se ve la situación social de España desde «L'Osservatore Romano»? ¿Y la situación de su Iglesia?
-El Pontífice conoce bien España, sus contrastes dramáticos, pero también su vitalidad creadora como uno de los grandes países católicos. Y ciertamente España sacará lo mejor de sí misma, de sus raíces cristianas, ricas y fecundas; muchos jóvenes tomarán conciencia de ello. Y compartirán esta alegría de la fe con sus coetáneos de todo el mundo. Creo que, nuevamente, veremos un viaje apostólico que desbanca estereotipos y sorprende a todos. A todo ello prestará atención el periódico, con una visión amplia y la perspectiva privilegiada de su posición observadora desde el corazón de la Iglesia, sin fronteras, con mirada universal.
EN PRIEMRA PERSONA
Marta Lago no quiere hablar de «cuotas femeninas» cuando se le pregunta si en el futuro una mujer podrá dirigir «L'Osservatore Romano». «Un nombramiento pontificio contemplará las cualidades, experiencia y formación de quien se trate en cada momento, sea hombre o mujer», responde. Con amplia experiencia en todas las ramas del periodismo, considera que lo importante es «servir para el cargo y servir a la Iglesia, con la sensibilidad necesaria para sentir su latido».
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