F-1

Japón

El resurgir de Gonzalo

Fernández-Castaño gana en Singapur y deja atrás sus problemas de espalda. Su objetivo es el top 50 mundial

Gonzalo Fernández-Castaño
Gonzalo Fernández-Castañolarazon

Cuando el sol de septiembre estaba a punto de ponerse, Gonzalo Fernández-Castaño había sumado menos de 50.000 euros en la Carrera hacia Dubái y valoraba seriamente la opción de echar mano de la exención médica para mantener la tarjeta del circuito europeo la próxima temporada. Seis meses en el dique seco por una lesión de espalda tenían la culpa. Menos de dos meses después, Gonzalo es un golfista nuevo. Una persona nueva. Y sus problemas están enterrados en el baúl de los recuerdos.

Gonzalo ganaba en la madrugada del domingo el Abierto de Singapur, su primera victoria desde 2008, y ayer ascendió al puesto 58 del ranking mundial y al 15 de la Carrera hacia Dubái. Es el tercer triunfo español en el último mes, tras las dos victorias consecutivas de Sergio García.

El torneo de Singapur tuvo que reducirse a 54 hoyos por culpa del mal tiempo. Con todo en su mano, el madrileño vio cómo el filipino Pagunsan le recortaba distancias en los últimos nueve hoyos y forzaba el desempate, que también se tuvo que posponer por la lluvia. Finalmente, un «birdie» de Gonzalo Fernández-Castaño en el segundo paso por el hoyo 18 le valió para ganar.

El resurgir de Gonzalo comenzó con el periplo español del circuito europeo. Acabó sexto en Madrid, segundo en Castellón y duodécimo en Valderrama. Con estos resultados se aseguró la tarjeta y pudo centrarse en cotas mayores. Ahora, tiene a tiro meterse entre los 50 primeros del mundo antes de final de año, lo que le abriría las puertas de los mejores torneos del año que viene, incluidos los cuatro «grandes».

En su calendario figura esta semana el Dunlop Phoenix de Japón, torneo en el que compartirá cartel con Pablo Larrazábal. Pero, especialmente, está la final de la Carrera hacia Dubái en diciembre, donde habrá mucho dinero en juego, así como muchos puntos para el ranking mundial. «Ganar en Singapur ha cambiado mi año por completo. No me lo imaginaba, pero esto demuestra lo imprevisible que son el golf y la vida», explicaba el madrileño.