OPINIÓN: Marx

Ahora que Leguina define con aguda mala baba la política del último PSOE («marxista pero de Groucho»), es pertinente recordar la descacharrante persecución de forajidos en el Far West para evocar el (pen)último viaje gratis total del alcalde Monteseirín. «Traed madera, más madera», y el tren se iba consumiendo porque el combustible era el material del que estaban hechos los vagones. Así, las arcas del Ayuntamiento para pagar el recubrimiento del mausoleo que esta era infausta dejará en La Encarnación. «Traed dinero, más dinero», vocifera el becario al frente de Urbanismo desde una fábrica de madera muniquesa. Combustible (en el sentido literal: es como si tiraran los billetes a una hoguera) arrancado a las necesidades perentorias de la ciudad para llegar al final del mandato en el mismísimo chasis. ¿Género? Tragicomedia.