«Cómo sabe José Bretón que sus dos hijos desaparecidos están bien»

MADRID- En menos de una semana se cumplen tres meses desde que José Bretón «perdió de vista» a Ruth y José. Ésta es la versión que sostiene desde entonces. Su declaración es inamovible, de ahí que los especialistas que investigan el caso se hayan topado con un muro infranqueable. Las pistas escasean y el rastreo continuo de la finca de los abuelos paternos Las Quemadillas no arrojan resultados.
Ruth Ortiz lleva 87 días sin saber nada de sus dos pequeños, de 6 y 2 años, por eso el 28 de diciembre decidió visitar a su ex marido, que permanece imputado por detención ilegal cualificada en la prisión de Córdoba. Él hace varias semanas que había solicitado este encuentro y, por fin, lo conseguía. Ruth acudió al centro penitenciario acompañada de un miembro de la investigación. Pero la conversación fue totalmente infructuosa, como aseguró ayer la portavoz de la familia materna, Esther Chaves. «Los niños están bien», afirmó el detenido a la madre de los dos pequeños, como corroboró la portavoz, que añadió que no mantiene «una versión coherente». Una declaración que no ayuda en la búsqueda de los menores. Chaves matizó que «si esto fuera cierto, es decir si una persona se supone que ha perdido a sus hijos, ¿cómo sabe si están bien?».
Los numerosos periodistas que se congregaron ayer en Huelva insistieron en los entresijos de la conversación, pero la portavoz se limitó a repetir que del encuentro, Ruth salió «con mucho ánimo y fuerza para seguir buscando a los niños» y que su visita a la cárcel se realizó de forma «voluntaria».
Sin pistas
Las líneas de investigación se agotan y los expertos tienen poco de donde rascar, por ello se han visto obligados a ampliar la búsqueda al país vecino, Portugal, donde ya se han pegado carteles con las fotos de Ruth y José. El motivo de esta ampliación, como añadió ayer Esther Chaves, es que «muchos portugueses que viven alejados de la frontera no sabían que habían desaparecido estos dos niños», a la par que aseguró que tanto ella como los vecinos que apoyan esta búsqueda van a recorrer España entera. Como en cada una de sus intervenciones, Chaves realizó un llamamiento a «las personas que los tengan retenidos» porque se les están «privando sus derechos de jugar con sus juguetes en estas fechas». Además indicó que necesitan que estas personas, «con una sensibilidad muy alejada de la nuestra, den alguna pista» sobre su paradero.
Se acercan fechas importantes para los niños y para la familia Ortiz son especialmente tristes. A este respecto, Chaves indicó que «celebrarán la Navidad cuando aparezcan los pequeños» y se ha preguntado «cómo pueden existir personas que sepan sobre estos niños y no se atrevan a decirlo».
Cada jueves, en la plaza onubense de Las Monjas, se concentra un amplio grupo de ciudadanos para mostrar su apoyo a la familia. Sin embargo, esta semana no podrá ser. La subdelegación del Gobierno no les ha permitido la reunión por la coincidencia con la cabalgata de Reyes. Pero Ruth Ortiz, «si se siente con fuerzas», acudirá a la convocada para el próximo domingo. Se cumplirán noventa días desde que Ruth y José no duermen en sus camas.

«No estoy en huelga de hambre»
Los responsables de la prisión de Alcolea, en la que permanece José Bretón por orden de la Audiencia Provincial de Córdoba, han observado que el preso no se comporta con normalidad: tira la comida y asegura que no puede tragar. Por ello, algunos funcionarios plantearon la posibilidad de que Bretón estuviese en huelga de hambre. Ante la intención de los médicos de analizar su estado de salud, el padre de Ruth y José presentó una instancia el pasado 30 de noviembre en la que aseguraba que «no me encuentro en huelga de hambre, ya que nunca lo he estado». El reo está incluido dentro del protocolo de prevención de suicidios. Una medida que Bretón no ha aceptado muy bien.

EL DATO
2 años como máximo
podría permanecer José Bretón en prisión por los delitos de detención ilegal cualificada por desaparición de menores y simulación de delito, aunque en casos mas graves se podría elevar hasta cuatro.