La eólica toma la delantera en producción de energía

La eólica no sólo es la energía limpia mejor valorada. Los roces tanto con el Gobierno como con la opinión pública son mínimos, y sus números confirman su rentabilidad. Como apunta Red Eléctrica, en marzo los españoles demandamos 22.775 gigavatios hora (GWh) y los parques eólicos nos proporcionaron el 21 por ciento. Se ha convertido en la primera fuente de energía, por encima de la nuclear, que se quedó dos puntos por debajo.

Castilla y León, con Burgos y Soria a la cabeza, es la comunidad autónoma que más contribuye. «Llevamos 15 años apostando por el viento y hemos creado 40.000 empleos. Además, nuestros equipos son de los más demandados fuera, por eso generamos más de 2.000 millones de euros en exportaciones», explica Heikki Willstedt, director de políticas energéticas de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Otro de sus puntos fuertes es su defensa del medio ambiente: la eólica evitó el mes pasado la emisión de 1,7 millones de toneladas de CO2 .

La ambición del sector es su principal motor. En 2010, «fuimos la primera potencia mundial en generación de energía eólica, por encima de Alemania, que tiene más potencia instalada, pero donde el viento no sopló tanto como en España», explicaron los empresarios del sector.

La competitividad de las energías limpias es un hecho, ya que su tarifa fija es la más barata de Europa: 79 euros el megavatio (MW). La hidráulica se aproxima con 80 euros, mientras la fotovoltaica es cada día más cara. Su coste es de 450 euros/MW. Sin embargo, el mayor escollo para el sector lo encuentran en su acuerdo con el Gobierno. El marco regulatorio en el que se instala esta energía finaliza en 2012 y «todavía no nos hemos reunido para determinar los nuevos objetivos. Hoy muchos de los parques están en un limbo por un defecto de forma y no se terminan de autorizar», añade Willstedt. Construir un parque de 20 MW implicaría una inversión de entre 25-30 millones de euros, lo que implicaría construir 10 aerogeneradores de 2 MW de potencia cada uno. En construirlo no se tardaría más de tres meses, aunque los trámites administrativos pueden alargar el proceso hasta siete años.

Los retos del sector desembocan en el mar. Es en las costas donde los expertos quieren ubicar los nuevos aerogeneradores porque «allí se genera más viento. Es más constante y tiene menos turbulencias», añade. En Reino Unido y Dinamarca ya están en marcha, pero en España sólo hay proyectos pilotos en Tarragona, Galicia y Cantabria.

Protectora de la naturaleza
250 millones de ahorro
- El sector eólico ahorróa España la importación de tondeladas de hidrobcarburos para producir energía.
1.700.000 toneladas de CO2
- Gracias al trabajo de losaerogeneradores las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron.
850.000 árboles
- Las tecnologías limpiashan ayudado a impedir la tala indiscriminada de bosques en toda la Península.