Córdoba
Un autógrafo inédito de Góngora revela su perfil más «guasón» frente a la Inquisición
La hispanista Amelia de Paz ha descubierto en el Archivo Histórico Nacional, en la sección de la Inquisición, un nuevo texto autógrafo de Góngora en el que el gran poeta cordobés testifica ante el Santo Oficio, en 1597, y acusa de conducta irregular al inquisidor de Córdoba, Alonso Jiménez de Reynoso.
De este hallazgo daba cuenta hoy De Paz durante la inauguración de la exposición "Góngora. La estrella inextinguible", que, organizada por Acción Cultural Española, muestra en la Biblioteca Nacional diferentes facetas del gran poeta barroco y la influencia que tuvo en lo siglos posteriores.
"Es una novedad absoluta, porque desde el siglo XIX no salía un autógrafo de Góngora, además de que son muy pocos los que se conocen", decía hoy, ante un grupo de periodistas, De Paz, que encontró este texto "de forma absolutamente inesperada"cuando investigaba asuntos relacionados con la Inquisición de Córdoba.
El autógrafo, que no forma parte de la exposición de la BNE "porque ha sido un acontecimiento sobrevenido", consiste en una testificación ante el Santo Oficio de Córdoba que Góngora hizo el 25 de febrero de 1597, con 35 años, contra el primer inquisidor de la ciudad.
Se ha hecho un facsímil del autógrafo, pero la hispanista, experta en Góngora, aconseja "tener calma porque hay que analizarlo". "Es posible que cambie la visión sobre el poeta por el contenido, que es absolutamente novedoso", asegura.
"Son cinco folios que, probablemente, cambien nuestra visión de Góngora, porque no da la idea del poeta serio de la vejez, el de las cartas. Este otro autógrafo nos remonta al Góngora de juventud, en Córdoba, en su ambiente. Era un guasón y el escrito tiene mucha retranca, como la tiene su poesía, que es muy poco conocida", se lamentaba la hispanista.
La testificación de Góngora ante el tribunal consta de diez páginas en las que relata, entre otros, los encuentros amorosos entre el inquisidor Reynoso y doña María de Lara, a la que califica como "muy pública y escandalosa".
Como dice Góngora en su texto, el paje del inquisidor, Álvaro de Vargas, contaba que doña María "entraba y salía"de la casa de Reynoso "muy de hordinario, y la tenía veinte y treinta días en un aposento alto que llaman de la Torre".
Cuando "el dicho ynquisidor dormía con la susodicha doña María lo echaba él de ver en quatro y seis camisas que había él mudado la noche y estaban tendidas a la mañana en el terrado para enjugallas del sudor, donde hallaba en las delanteras de las dichas camisas las inmundiçias y suçiedades hordinarias de semejantes actos", escribe Góngora en su testificación ante el tribunal.
Hijo de Francisco de Argote, un oficial de la Inquisición de Córdoba, el poeta testificó durante "una visita rutinaria, de las que siempre hacía la Suprema a todos los distritos".
En el curso de esa investigación "se observan ciertas irregularidades en la persona de Reynoso, y Góngora es llamado a testificar", señaló De Paz.
El poeta "había sido muy amigo de Reynoso, pero en ese momento habla en contra de él, lo delata, lo acusa de ciertos asuntos que figuran en el texto, que no tiene desperdicio", asegura la hispanista.
No había noticias sobre ese texto ni de que el autor de "Soledades"hubiera testificado ante la Inquisición. "Ha sido una sorpresa absoluta. Habrá que ver cómo la recibe el gongorismo", comenta De Paz, tras recordar que la mencionada sección del Archivo Histórico Nacional "había sido estudiada por Dámaso Alonso", pero el número de documentos es muy elevado "y no se puede ver todo".
De Paz asegura que este documento "tiene mucho trasfondo"y lo está investigando. Le está siguiendo la pista al inquisidor y prepara un libro que espera que salga para cuando la exposición de la Biblioteca Nacional vaya a Córdoba en otoño.
"No es una traición a un amigo pero probablemente hay algo de venganza por parte de Góngora", y esa es una de las cuestiones que está investigando.
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