Afganistán

Fanatismo

La Razón
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Los fanáticos islamistas paquistaníes han decidido asesinar a quien profese la religión católica, a quienes no piensen como ellos, a quienes no obedezcan sus edictos religiosos y a quienes apoyen a los anteriores. La última muestra de esta postura totalitaria ha sido el asesinato del gobernador de Punjab.

 El magnicidio confirma que la intención de estos grupos no es otra que desestabilizar el país alejando del poder a los más moderados y facilitando el paso a los fundamentalistas que apoyan a Al Qaida. También pretenden aterrorizar a toda persona que ose criticar abiertamente las leyes que imponen, como la ley contra la blasfemia. Taseer, por ejemplo, defendió y pidió el indulto de Asia Bibi.

Casualmente o no, el PPP ha perdido a uno de sus hombres clave en la región más importante del país, pocos días después de haber sido abandonado por sus socios, lo que le deja en minoría parlamentaria. Todo parece indicar que como telón de fondo se halla la guerra de Afganistán y la presión radical para que el Ejército paquistaní no actúe contra los miembros de Al-Qaida que atacan a las fuerzas de la OTAN. Para ello, tienen que desbancar al Gobierno y la excusa: los graves problemas de inflación y corrupción que sufre el país.