Barcelona

El reencuentro de la pareja

La Razón
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Por Dios, ¡qué semanita he pasado! ¡En un sinvivir estaba, de verdad! Es que no se puede jugar con los sentimientos de una… Y una, desde el Waka-Waka, considera a Shakira como de casa. Y claro, de tanto verla con Piqué, el huequito en el corazón, junto a las cañas y los boquerones en vinagre –o al pan con tomate que es más de la zona del novio–, lo tiene.
El caso es que tenía un disgusto de aquellos con el asunto de la supuesta infidelidad de la pareja. Tanta emoción de Mundial, tanto aprender a mover las caderas uno y a parlar en catalán la otra para luego acabar con un temita de cuernos. Pues no, oigan. No. Los rumores se han quedado en rumores y la pareja de moda, la de la goleada de besos en las gradas y la más perseguida por los twitteros, sigue siendo pareja. Shakira y Piqué, después de la separación por exigencias del guión de la vida profesional, se han vuelto a encontrar en Barcelona. Dicen los que les han visto que ella estaba tan teñida como siempre y más bajita que nunca, pero que él se la comió a besos en un abrir y cerrar de… pestañas.
 Cosa de los «movimientos sexy» de esta mujer, que igual de apetitosa está de loba, que de novia de futbolista. Así que, que siga la relación por muchos años. O por lo menos, mientras sean felices y coman perdices. Luego, si se cruza otra que canta o uno que chuta en las vidas del contrario, qué sabe nadie qué pasará. De momento, y hasta que los vientos los separen, Shakira y Piqué, feliz reencuentro.