Barcelona

La Infanta Margarita evoca a Fina de Calderón

«La hermana pequeña del Rey acabó llorando en el homenaje a la poetisa» 

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Recordaron a Fina de Calderón en el Centro Cultural de la Villa que animó con temas como «Los miércoles de la poesía». Era un clamor con mucho romanticismo, como la evocación que le hicieron Nati Mistral, Carmen de la Maza, María José Alfonso, Paco Valladares y Ángel Fernández Montesinos, que, batuta en la mano, dirigió de miedo la anecdótica recreación que realzó la Infanta Margarita acompañada de Carlos Zurita. Doña Margarita, que acabó llorando al recordarla, y Fina escribían artículos juntas para una revista femenina. La hermana pequeña del Rey vestía un traje muy primaveral. Comparten talante, simpatía y proximidad. «Está estupenda, señora», la saludó Mariola de Calderón. «Pues ya estoy en la tercera edad. Y por eso estoy encantada de poder disfrutar de sesiones de cine a un euro», comentó la Infanta. Sonó a bromista coquetería. Fina estaba presente en el recuerdo emocionado, tanto como la vibrante llama poética que mantuvo dentro de una sociedad poco lírica. El tiempo impone tantos recortes como los que ha aplicado Zapatero a los mileuristas y a las grandes fortunas. A pesar de ser una tarde calurosa en Madrid, el lleno era absoluto. De la Maza lucía un dos piezas fucsia espectacular. Por su parte, María José Alfonso iba de beige, mientras, pluma en mano, subrayaba momentos de su intervención. No sólo hubo poesía. Montesinos exhumó recuerdos de la infatigable Fina, vivencias internacionales, aire de otro tiempo, igualito que la poesía. Les encantó recordar sus años parisinos, entusiasta de Colette cuando conoció a Raquel Méller, aquella actriz que inmortalizó a «La violetera», hasta tal puntto que Chaplin quiso que protagonizara «La quimera de oro» y, ante su altiva negativa, escogió la pieza de Padilla como banda sonora. Dicen que pudo enamorarse de la artista, a quien Fina reencontró en Barcelona cuando recaía su estrella . «¡Qué bien te veo, Raquel, sigues igual de guapa!», saludó alegremente la marquesa de Mozabamba a la eterna cupletista. «Y tú sigues igual de coja», respondió la Méller con un carácter bien recogido por su fan Ángel Zúñiga que terminó heredando su cama en «Historia del cuplé». En eso andaban Nati y las demás, dándole a la revista.