Barcelona
La familia explota en «Agost»
Una madre, su hija, el marido de ésta, los tíos, se reúnen alrededor de una mesa y de pronto, ¡zas!, las buenas costumbres desaparecen y se establece la Tercera Guerra Familiar. Ésta podría ser la base de «Agost», la tragicomedia de la americana Tracy Letts, éxito teatral en medio mundo, premio Pulitzer y Tony en 2008, y que ahora llega al Teatro Nacional de Cataluña (TNC) con una espectacular puesta en escena y dirección de Sergi Belbel.
Unas gotas del Chejov más quirúrjico, otras más de la farsa de Eduardo de Filipo, y una cucharada del universo grotesco y crepuscular de Eugene O'Neill, convierten «Agost» en todo lo que tendría que ser un culebrón si los filósofos, filólogos, académicos y demás gente con gafas les gustasen los culebrones.
La premisa de la obra es simple. El patriarca de una familia «típica» de la América profunda desaparece en extrañas circunstancias. Su madre, mujer e hijas se reunirán y a partir de este incidente se acelerará un drama que se convertirá en farsa que devenirá en delirio que terminará en «grotesque» y que acabará en tragedia. Una auténtica montaña rusa de cuatro horas que en Hollywood ya se están estrujando la cabeza cómo limitarla a dos y conseguir que sea una película que arrase en los Oscar.
El reparto cuenta con Anna Lizarán, Emma Vilarasau, Abel Folch, Rosa Renom, Jordi Banacolocha y un largo etcétera de actores que abarcan tres generaciones de un clan familiar a punto de la combustión espontánea. La puesta en escena es de Max Glaenzel y nos adentra en una de esas frías mansiones entre Edward Hooper y «Lo que el viento se llevó». Reconstruye su interior como si de una casa de muñecas se tratara, donde el autor se divierte esquilando a los personajes de manera sádica. En cartel hasta el 23 de enero, es un regalo punk ideal para las fiestas.
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