«Le insultaban estaba excluido y sufría mucho»

No eran imaginaciones de su madre, el Centro de Salud de Colmenar Viejo así lo certificó. El menor sufre «un trastorno adaptivo con estado de ánimo ansioso a raíz de padecer acoso escolar por parte de unos compañeros del colegio» , y añadió «que presentaba ansiedad en el colegio y en casa, dificultades para dormir, bajo rendimiento escolar y bajo estado de ánimo. Precisó tratamiento farmacológico, apoyo psicológico y técnicas de relajación». Éstas son las palabras del psiquiatra infantil que trata al hijo de Carolina, cuya insistencia y «fe en la Justicia» le ha dado la razón: la Comunidad de Madrid deberá indemnizar a su hijo con 18.000 euros por no atajar el problema de acoso escolar que sufrió el pequeño. «La sentencia es apelable porque todavía no es firme y puede que nos quede camino aún por recorrer, pero una de las primeras batallas está ganada», explica la demandante a LA RAZÓN.

Al juicio no sólo acudieron los psicólogos que trataron al menor, sino que también testificaron algunos de los profesores que le dieron clase. «Estaba muy excluido, aislado y sufría mucho», expone la sentencia. En ella también se refleja que el docente se lo comunicó a la dirección, y ésta le restó importancia. El caso de Carolina no es el único, pero sí es de los pocos con final feliz, porque como ella explica, «el procedimiento por la vía de lo contencioso-administrativo es más económica que la civil, aunque mucho más lenta. A este tribunal hay que acudir con procurador y se rige subsidiariamente por las normas del procedimiento civil, por lo que existen costas, pero dado que es por el bien público, si no existe temeridad ni mala fe por los recurrentes normalmente no hay condena en costas». Antes de acudir a este organismo, los padres del menor intentaron actuar por otras vías. En septiembre de 2009, solicitaron una entrevista con la presidenta de la Comunidad, pero no obtuvieron respuesta. Desde el Minsiterio de Educación se lavaron las manos, ya que «las competencias son de Madrid y aquí no tiene nada que hacer», le comentó a Carolina una de las funcionarias del organismo.