Londres
Reino Unido corta las ayudas a los parados que rechacen un trabajo
El Gobierno británico sigue adelante con su plan de recortes, el más drástico desde la II Guerra Mundial.
La violenta manifestación de los estudiantes el pasado miércoles y las amenazas de los sindicatos no han hecho cambiar ni un ápice la mano dura de la coalición liberal-conservadora. Lejos de acobardarse por la presión popular, el Ejecutivo de David Cameron presentó ayer sus propuestas para modificar las ayudas a los desempleados. En lo que supone otra cornada más al Estado de bienestar, los conservadores y liberal demócratas quieren retirar los subsidios a los parados que rechacen un trabajo.
El responsable de este ministerio, Ian Duncan Smith, denunció el hecho de que haya millones de personas en Reino Unido que se han acostumbrado a los llamados «benefits» creando comunidades enteras donde varias generaciones llevan años sin pegar palo al agua.
Para los desempleados de larga duración se han preparado programas especiales de formación para prestar servicios a la comunidad, eso sí, sin remunerar.
Penalizaciones para los vagos
Por otra parte, los parados cualificados que, de manera persistente, rechacen ofertas de trabajo o no las busquen perderán su paga de 65 libras semanales por tres años. Las ayudas se retirarán durante tres meses en caso de que no acepten la primera oferta. Si rehusan una segunda propuesta, el castigo se alargará hasta medio año y si reinciden una tercera vez se les aplicará la máxima penalización. Los desempleados que sean padres de niños pequeños también serán sancionados si no tienen un contacto regular con su oficina local.
Tal y como funciona ahora el sistema, las personas que encuentran un puesto de trabajo pueden perder nueve de cada diez libras que ganan. La situación, por tanto, lleva a la población a preferir quedarse en casa para no prescindir de las prestaciones.
«Es un pecado no aceptar un trabajo. Hay que crear un sistema apto para el siglo XXI donde el trabajo se vea recompensado», explicó Duncan Smith. Según el ministro, el objetivo es sacar de la pobreza a 850.000 personas –incluidas 350.000 niños- con un esquema que garantice «coherencia». Como parte central del paquete de reformas, el Gobierno también quiere unificar en una sola paga de carácter universal la complicada serie de beneficios sociales vinculados al desempleo. En la actualidad existen más de 30, que abarcan, entre otras, ayudas a la vivienda, discapacidad, seguro de desempleo y desgravaciones fiscales por hijos.
Las nuevas reglas comenzarán a aplicarse en 2013 para los nuevos solicitantes y se pretende que afecten a todos los parados a partir de 2015.
Han sido muchos gobiernos los que han querido meter mano al laberíntico sistema actual, un modelo que desde hace años funciona a su libre albedrío dando lugar a todo tipo de abusos.
El panorama ante los recortes
- Antes de que empezara la recesión había 4,5 millones de parados en Reino Unido. En la actualidad, son 5 millones de personas las que reciben subsidios del Estado, entre ellas, 1,4 millones de parados de larga duración.
- 2,6 millones de personas reclaman prestaciones por incapacidad.
- Casi 2 millones de niños viven en hogares sin empleo.
- Con el sistema en vigor, las personas que aceptaban una oferta de empleo y prescindían de las ayudas llegaban a perder 9 de cada 10 libras que ganaban.
- Las ayudas alcanzan las 65 libras semanales.
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