Elecciones autonómicas

Premiar a los asesinos

La Razón
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La izquierda abertzale no tiene que gastar dinero en campañas publicitarias, porque los demás contribuyen a hacérsela gratuitamente. El tiempo ha demostrado que nada resulta más beneficioso para este grupo que aparecer ante sus posibles electores con piel de cordero. La diferencia entre afrontar unos comicios con ETA asesinando o hacerlos con expectativas de negociación y sin asesinatos ronda las 100.000 papeletas. Para quienes apoyan a ese mundo no puntúa qué hayan hecho o dejado de hacer en las instituciones que gobiernan, sino la defensa ortodoxa de lo que consideran «las señas de identidad del pueblo vasco». Así, no produce extrañeza que Amaiur, la nueva marca electoral de Batasuna, haya subido en intención de voto y consiga un escaño más tras el anuncio de ETA de «cese definitivo de la violencia» y el eco mediático que ha tenido. El sábado, el PSE con Rubalcaba celebró un acto electoral en Donostia y, en lugar de criticar la inactividad del rival electoral en el Ayuntamiento de la ciudad y en la Diputación de Guipúzcoa donde gobiernan, recordaron con emoción a las víctimas del PSOE y celebraron el anuncio etarra. La izquierda abertzale está en las dos instituciones mencionadas porque PSOE y PNV así lo han querido. Podían haberlo impedido y, sin embargo, no lo hicieron para evitar que se interrumpiera el llamado «proceso de paz». Lo normal es que la gente no asesine, por lo que si alguien admite que deja de hacerlo habrá que ponerlo ante la Justicia y no hacerle la ola ni hablar de darle premios por ello.