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El Gobierno recortará en subvenciones y promoción exterior

La publicidad institucional también se verá afectada

La Razón
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MADRID-El margen es cada vez menor, pero de nuevo el Gobierno tendrá que hacer malabarismos para sacar otros 12.000 millones de euros de las partidas de gasto de los ministerios. Una «poda» que se suma a lo 8.900 millones recortados ya en el primer Consejo de Ministros. Y eso en teoría, porque en la práctica el ajuste será mayor por las necesidades de auxilio financiero de las comunidades autónomas o por las devoluciones pendientes por la liquidación de la financiación autonómica y municipal. Las comunidades tienen que reducir sus números rojos casi a la mitad, del 2,94 por ciento con el que cerraron 2011 hasta el 1,5 por ciento, es decir, otros 15.000 millones de euros.

De momento, el Ejecutivo no ha dado pistas de cómo se realizará el nuevo ajuste, salvo negar que vaya a subir las cotizaciones sociales o los impuestos. También ha asegurado que las prestaciones por desempleo se mantendrán en la situación actual, así como la extensión de los 420 euros para quienes agotan la prestación.

Aunque no quieran quemar etapas ni malas noticias antes de tiempo, el Gobierno ya tiene bastante estudiado el Presupuesto y las posibilidades que le ofrece para meter la tijera. Hay áreas, como Trabajo, donde ya no tienen margen. Y en otras, cierto es que queda poco, pero no tienen más remedio que explotarlo hasta el final, como es en el caso de Industria y Turismo y programas como el de la promoción exterior. Puede resultar paradójico, cuando en paralelo una de las prioridades del Ejecutivo es recuperar la «marca» España y la confianza exterior en nuestro país, pero el látigo del déficit manda y en este caso el Gabinete de Rajoy tirará más de diplomacia que de bolsillo para prestigiar el nombre de España.

Fomento tendrá que asumir otro descuento de dinero, aunque ya fue el ministerio más afectado por el ajuste que aprobó el Consejo de Ministros el pasado día 30 de diciembre. Y la tijera también llegará a Comercio, a Ciencia y Tecnología, a Cooperación o a la publicidad institucional.

Buena parte del ajuste se saldará también interviniendo en las transferencias sociales, que dependen en su grueso del ministerio de Ana Mato. Es decir, en subvenciones nominativas por distintos conceptos a variopintas asociaciones y que, en algunos casos, como ocurrió con el Ministerio de Igualdad en la etapa socialista, acaban beneficiando a colectivos próximos al partido en el poder.

Mariano Rajoy incluyó en su programa electoral la promesa del fin de las subvenciones a dedo. Según datos de Estadística, las Administraciones públicas gastaron en 2010 hasta 12.147 millones de euros en subvenciones, la cifra más alta jamás alcanzada. En 2004 el conjunto de las subvenciones públicas ascendía a 8.285 millones de euros. La política de subvenciones a empresas y particulares afecta a todos los sectores económicos y a la mayoría de los ministerios. Promoción económica, fomento de la biodiversidad, vivienda protegida, cultura, escuelas taller, transporte, reindustrialización, inmigración, asociaciones culturales o sociales. Sin olvidar las territoriales, es decir, aquellas que están ligadas directamente a los intereses nacionalistas y que se sustancian en el pago por su apoyo en Madrid a PP o a PSOE cuando éstos no tienen la mayoría absoluta. Que el PP no dependa en esta Legislatura de apoyos externos le facilitará aliviar esa hipoteca financiera. Por tanto, de los Presupuestos de 2012 desaparecerán partidas que iban directamente al bolsillo de CiU y del PNV, también de Coalición Canaria. Y habrá recorte para las subvenciones a televisiones autonómicas, las ya anunciadas a los sindicatos…

En total, sumando las subvenciones y los beneficios fiscales, cada año el Estado deja de ingresar por estos conceptos más de 52.500 millones de euros, más de la mitad del déficit público alcanzado en 2010 (9,3% del PIB).

El Gobierno baraja, asimismo, introducir recortes en el gasto farmacéutico y en el gasto sanitario. La gran reforma estructural en este concepto entrará posiblemente en los Presupuestos de 2013, pero aun con urgencia hay espacio para actuar ya, aliviando así la asfixia autonómica por este concepto. El Estado tiene capacidad de reducir el gasto farmacéutico porque es el que legisla sobre la prestación farmacéutica y, por tanto, el que puede reducir las medicinas que paga la Seguridad Social. Ésta es una demanda autonómica que cada día crece más. La reforma de los servicios públicos revisará la política del «gratis total».Otra partida que se aliviará en estos Presupuestos será la del personal eventual de la Administración (capítulo I). El Gobierno no tocará los sueldos de los funcionarios, pero mantendrá la política de no renovar los contratos laborales que se extingan.