Sin himnos ni banderas

Londres- Guor Marial es un atleta sin nación, sin himno, sin equipo y sin bandera. Pero con 28 años correrá el maratón de los Juegos. Jamás se imaginó que algún día se convertiría en deportista. Odiaba correr. Le recordaba a cuando era niño. Su primera gran carrera la hizo con 8 años. Fue cuando logró escapar del campo de trabajo para menores en el que estaba esclavizado. Estuvo escondido durante toda la noche en una cueva con la mandíbula rota por un golpe de los soldados. Marial, que ahora vive como refugiado en Estados Unidos, perdió a 28 miembros de su familia durante la guerra civil que asoló Sudán y que, finalmente, llevó a la creación el año pasado de Sudán del Sur.

Cuando Sudán le ofreció ser parte de su equipo lo rechazó sin dudarlo. Aquello habría supuesto una traición, una falta de respeto para todos sus seres queridos. Él quería representar a su pueblo y no al enemigo. Pero con el colapso económico, la violencia tribal y las tensiones con el país vecino, crear un organismo olímpico no era una prioridad en Sudán del Sur. Es por eso por lo que el Comité Olímpico Internacional le invitó a participar como independiente en Londres. Se merecía una oportunidad. En octubre pasado logró la mínima olímpica y hace apenas un mes hizo su marca personal: 2h12:55. Un registro que no le permitirá luchar por los metales.

Durante el desfile de banderas de la ceremonia de apertura, mientras Pau Gasol, Maria Sharapova o Novak Djokovic llevaban con orgullo los colores de su nación, Marial estuvo representado por la bandera olímpica. Junto con él, otros tres atletas más: los representantes de las ex Antillas holandesas. Son el atleta de 400 Liemarvin Bonevacia, el judoca Reginald De Windt y la navegante Philipine Van Aanholt.

Se trataba del desfile de los sin bandera, el desfile de aquellos que, pese a todo, podrán vivir su sueño olímpico. Fue en Barcelona cuando se optó por primera vez por esta posibilidad permitiendo participar a los deportistas de la ex Yugoslavia. En Sidney también lo hicieron atletas de Timor Oriental. En esta ocasión, en caso de que alguno consiga medalla, en vez de el himno nacional se escuchará el himno olímpico.

Antes de viajar a Londres, Marial pidió a su padre, que vive en Sudán del Sur, que fuera a la ciudad más cercana a su poblado para poderle ver por televisión. Él se lo prometió. A pesar de que no va a llevar su bandera, Marial ya ha cumplido el sueño de su país.

Los Juegos y el Ramadán
Hay una frase del Corán que asegura que si tienes una misión que cumplir puedes aplazar el ayuno del Ramadán y cumplirlo más tarde. Así lo harán los 3.500 atletas islámicos que compiten en Londres. Y es que, por primera vez desde los Moscú 1980, la cita coincide con el noveno mes del calendario musulmán. Pese a la permisividad, algunos, como el marroquí Yassin Funo, han dicho que seguirán el ayuno para que Alá le ayude a conseguir medalla.