«Saltimbanco» vuelve el Rey Sol

El Cirque du Soleil estrenó «Saltimbanco» en 1992, y en 2002 se vio en España. Desde entonces, la gran compañía canadiense nos ha visitado con montajes como «Dralion», «Alegria» y «Varekai» (que en estos momentos está en Barcelona). Ahora regresa, en esta ocasión a Madrid y para sólo cinco funciones, con «Saltimbanco», un espectáculo de circo colorista.
Cuenta Bruce Mathers, director artístico del montaje, que éste «ha cambiado un poquito en estos 18 años, había que evolucionar. Pero nos mantenemos fieles al concepto». Y añade este «guiri» que vive en Barcelona en un perfecto español: «Tenemos 21 espectáculos repartidos por el mundo y se aprende de los trucos de unos para los otros. Pero la fórmula de acrobacia y humor sigue igual. Éste es el título que puso al Cirque du Soleil en el mapa».
Un lenguaje inventado
Recalca el director que «"Saltimbanco"es un espectáculo realmente alegre, hay mucho color y buen rollo». En escena se verá a los payasos con el toque propio de la casa y una ligera esencia italiana, y por supuesto sus números: desde los columpios rusos a las barras chinas. «Hay dos cosas que marcan a este espectáculo: el humor que tiene y que utilizamos a los acróbatas, la "tropa de la casa", como payasos. Para ellos es un reto formidable: tienen números muy difíciles, pero también los convertimos en actores», explica Mathers.
Con cinco músicos en directo y dos cantantes, en «Saltimbanco» hay una «gama de estilos musicales muy amplia» y con una particularidad: «No cantamos ni hablamos en ningún idioma existente, sino en uno inventado. Aunque mucha gente entiende la letra. Es curioso, porque transmite lo que queremos». Y, dice entre risas el director, «tiene traducción al inglés, ¡y funciona! Eso nos permite viajar por el mundo sin problemas». Con España en concreto mantienen una buena relación: «Aquí siempre nos reciben con aplausos y recintos a tope. Es nuestro mejor mercado en Europa».
«El Cirque du Soleil comenzó gracias a un artista callejero. Lo que hacían ellos ha ido creciendo hasta lo que conocemos hoy», recuerda al hablar del espíritu «gamberro» de este montaje. Y asegura que eso no se ha perdido, a pesar de que hoy el Cirque es una gran multinacional: «Es, sobre todo, por el fundador, Guy Laliberté. Es nuestro creador y jefe, el hombre que se fue al espacio el año pasado con su nariz roja. Él lleva la esencia del Cirque y no permite que se pierda el hilo. Es nuestro guía del alma. En 2009 cumplimos 25 años y siempre hemos mantenido el sentido de la aventura y las ganas de soñar y de buscar algo diferente para sorprender al público».

DÓNDE: Palacio de Congresos. Madrid 
CUÁNDO: del 5 al 10 de octubre.
CUÁNtO: de 35 a 65 euros. Tel.: 902 400 222.