Hoy y mañana

Alberto Contador no se conforma con su puesto en la general y busca el jersey amarillo. El lunes ya le sacó unos segundos de ventaja a Andy Schleck, a quien se consideraba el máximo aspirante a la victoria en los Campos Elíseos. Sucede que es Frank quien parece ahora el jefe del equipo. Estaba previsto que Contador luchara contra ambos, y no hay otro cambio sustancial que la posibilidad de que entre ellos, ojalá, exista también alguna querella. Si ambos desean ganar el Tour, bueno para Contador.

La escaramuza del martes hizo pensar en que ayer también viviríamos otra pequeña batalla con segundos en disputa. En el descenso del último puerto, Alberto y Samuel Sánchez lo intentaron, pero fueron cazados en la meta, lo que les impidió restar algún segundo más. Fue vano intento, aunque sirvió para que el pinteño demostrara que está con el mejor ánimo para recuperar el terreno perdido. Hoy y mañana con Galibier y l'Alpe d'Huez en batallas para grandes escaladores, veremos hasta dónde es posible vencer a los hermanos luxemburgueses, además de superar al australiano Cadel Evans, quien anda siempre sin dar la cara, pero aprovechando las ventajas que le conceden los demás.

A Contador le quedará, tras las dos etapas alpinas, de gran esfuerzo y en las que se medirá realmente hasta dónde puede llegar cada cual, la contrarreloj, en la que es superior. Seguimos soñando porque en las míticas cumbres están escritos los nombres de nuestros mejores escaladores. Cada cima debería ser bautizada con el nombre de un español.
Posdata. En la Copa América, ni Messi, ni el «Kun»: Forlán.