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Los mercados examinan desde hoy a la nueva Europa

El FMI echa un jarro de agua fría: «El acuerdo no es la solución definitiva»

El FMI dice que el acuerdo en la eurozona va en la dirección correcta pero no es la solución
El FMI dice que el acuerdo en la eurozona va en la dirección correcta pero no es la soluciónlarazon

Sí, pero no. Sí, el acuerdo alcanzado por los líderes de la UE el viernes para salvar el euro va en la dirección correcta. Sin embargo, no es la solución definitiva para la crisis de deuda europea. A grandes rasgos, éste es el diagnóstico que los analistas efectúan de la trascendental cumbre celebrada por los jefes de Gobierno del Viejo Continente y que ayer mismo compartió también el FMI, que advirtió de que el acuerdo «no es la solución completa» para la crisis. Una conclusión a la que se sumaron los mercados, que cerraron el viernes con subidas generalizadas en lo que se interpretó como un voto de confianza a los acuerdos para avanzar hacia una mayor integración fiscal.

No será, sin embargo, hasta esta semana cuando el pacto se someta a un verdadero examen. En los próximos cinco días, España e Italia tienen previstas emisiones de deuda que darán la verdadera medida sobre la fortaleza de los acuerdos, pues es en este asunto, precisamente, donde persisten las dudas y los temores. Los acuerdos no contemplan un verdadero cortafuegos para la crisis de deuda, el mayor problema de la eurozona. Aunque el fondo de rescate permanente adelanta su puesta en marcha a julio de 2012, no amplía su dotación –500.000 millones– ni tendrá la capacidad de financiarse con el BCE ni de recapitalizar bancos.

La labor de salvavidas queda así en manos del FMI y del BCE. El fondo recibirá de los países europeos 200.000 millones, financiando 150.000 millones de euros los países del euro, para que pueda asistir a los estados en apuros, dado que el eurobanco tiene prohibido ayudar de forma directa a los países. Aunque significativa, la cantidad es «claramente insuficiente», según apunta el banco japonés Nomura. «Es poco probable que el FMI actúe de forma preventiva», añade. Olivier Blanchard, economista jefe del fondo, manifestó ayer que desea que estos 200.000 millones de euros sean «el arma adecuada para frenar la crisis». «Soy más optimista que hace un mes. Creo que ha habido progresos, pero lo sucedido en la cumbre es parte de la solución, no la solución», advirtió, no obstante, Blanchard.

La buena noticia es que las declaraciones del presidente del BCE tras la cumbre, Mario Draghi, asegurando que el resultado de la cita es «un buen pacto fiscal» y la referencia en los acuerdos a que la institución puede actuar como «agente del FEEF –fondo de rescate– en sus operaciones de mercado», llevan a algunos analistas a pensar que, a partir de ahora, acometerá compras masivas de bonos en el mercado secundario para aliviar los tipos de interés de los dos países más castigados ahora por los mercados y cuya caída se teme por encima de todas las cosas: España e Italia.

El carrusel de emisiones de deuda lo inicia hoy mismo Italia. El país transalpino subastará 7.000 millones de euros en bonos a 12 meses en una nueva jornada sin comisiones por el llamado «BTP day», mientras que el miércoles hará lo propio con títulos BTP a 5 años por valor de entre 2.000 y 3.000 millones de euros.

El Tesoro español pondrá a prueba los acuerdos desde mañana, con una subasta de letras a 12 y 18 meses. El jueves volverá a emitir obligaciones con un cupón del 4 por ciento y vencimiento el 30 de abril de 2020. Ese mismo día subastará dos referencias adicionales: obligaciones con cupón del 3,15% y vencimiento a 31 de enero de 2016 y obligaciones con cupón del 5,5% y vencimiento a 30 de abril de 2021.

Las emisiones previas se hicieron en un contexto de grandes presiones de los inversores, con las primas de riesgo rondando los 500 puntos básicos. De hecho, para colocar sus letras a 12 y 18 meses, el Tesoro tuvo que pagar el 15 de noviembre un interés superior al 5%, cota no alcanzada desde 1997. Lo mismo sucedió con las obligaciones a 10 años.