Asturias

El Príncipe confiesa «emoción» por presidir la cena de la cumbre

Doña Letizia saluda a Angela Merkel en presencia del Príncipe, antes de la cena de ayer
Doña Letizia saluda a Angela Merkel en presencia del Príncipe, antes de la cena de ayerlarazon

Con el Rey convaleciente aún de su operación de pulmón, el Príncipe de Asturias, acompañado por Doña Letizia, ejerció ayer de anfitrión en la cena previa a la cumbre UE- América Latina y Caribe que se celebra hoy. Don Felipe recibió en el Palacio Real de Madrid a 88 mandatarios con un protocolo casi diseñado ad hoc para el acto. Al no ser una cena de gala en sentido estricto, el besamanos pasó de la habitual saleta Gasparini del Palacio al salón de Alabarderos. De allí, los invitados y sus anfitriones disfrutaron de un atípico aperitivo en el salón de Columnas en el que el Príncipe pudo conversar con la mayoría de los asistentes. La circunstancia de que Don Felipe haya asistido a más de medio centenar de tomas de posesión de presidentes iberoamericanos, y que conozca a todos los presentes ayer en la cena, facilita la relación con ellos y la mediación para poner en contacto a unos con otros, lo que le convertía ayer en el anfitrión ideal para la cita. El hecho de presidir esa cena le produjo, según confesó al inicio de su discurso, «emoción». Un sentimiento al que añadió los agradecimientos «de corazón» de Su Majestad el Rey por las muestras de apoyo y cariño que ha recibido de los mandatarios allí presentes y de la sociedad en general tras la intervención quirúrgica del pasado 8 de mayo. Si por la mañana, en la inauguración del primer foro España-México había resaltado la fortaleza y el futuro de esta relación y había subrayado que «sólo asociados podemos responder a los retos globales de este mundo», por la noche insistió en las mismas ideas a escala birregional. Sin embargo, fue su llamada a mirar al futuro la clave del discurso. Una llamada que reclamaba seguir trabajando para lograr un mayor alcance y solidez en las relaciones entre ambos continentes. Esa búsqueda de firmeza y ambición pasa por una coordinación mayor de los esfuerzos y voluntades de cara a afrontar mejor los retos presentes y futuros. Retos para los que ambas regiones, aseguró el Príncipe, se necesitan mutuamente en aras a superar los desafíos económicos, sociales, de seguridad o medioambientales a los que se enfrenta el mundo en la actualidad.