Almudena de Arteaga: «No hubiera posado desnuda para Goya»

– «Capricho». ¿Mujer caprichosa?
–No. Cada vez soy más espartana. Creo que debemos aprender a ser felices siendo espartanos. Se puede.

–Dijo Oscar Wilde: «Un capricho se diferencia de una gran pasión en que el capricho dura toda la vida».
–El capricho es efímero y no da la felicidad.

–Las grandes pasiones parece que tampoco...
–Pero te dan una vida intensa.

–¿Qué capricho se dio con el dinero del premio Azorín?
–Tenía el coche abollado, porque aparco a oído, y compré uno nuevo.

–Habla en su novela de la sociedad del siglo XIX «rendida al divertimento y a punto de perderlo todo». Parece que habla de hoy...
–Hay un gran paralelismo. Ahora no nos invaden los franceses, pero sí el miedo.

–¿Cómo tiene su prima de riesgo?
–Ja, ja, ja. No tengo prima de riesgo. Tengo todo con lo que podía soñar.

–Es marquesa. ¿Por qué no firma sus libros como «marquesa de...»?
–No es por pudor. Utilizo el título en actos sociales y para reservar mesa en restaurantes.

–Dice Eduardo Mendoza que si escribes en camiseta no superas el «qué pasa, tronco»...
–Yo escribo de cualquier manera: en camiseta y, si estoy a punto de salir, elegantísima.

–¿Qué ama y odia del XIX?
–Amo el romanticismo y odio a Napoleón.

–Escribe de las tres musas de Goya. ¿ Hubiera posado desnuda para el pintor aragonés?
–Soy tremendamente pudorosa. No hubiera posado desnuda para Goya ni para nadie.

–Reflejaban las tres la sabiduría, la seducción y la dulzura. Elija atributo.
–La sabiduría. Con ella tienes a mano las otras dos, si quieres.

–¿Está preocupada por si este año llega el fin del mundo?
–En absoluto. Estamos desde siempre con lo del fin del mundo.

–Ahora nos preocupa más el fin de mes...