Cataluña

Cocidos a impuestos

La Razón
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Lo que me gustaría saber, supongo que como a muchos españoles, es por qué los ministros no se van de vacaciones. Es decir, por qué Blanco no nos deja descansar al menos durante este mes de agosto sagrado del obrero. Por qué llegan al ecuador del verano sin disfrutar ellos mismos del merecido respiro a que tiene derecho todo hijo de vecino. Por lo que se ve eso es imposible. De manera que aquí estamos, a mitad de veraneo sin podernos desprender de la monserga mitinera del ministro de Fomento, declarando un día que se le agota la paciencia con los controladores, otro que va a por Gómez en Madrid y otro más para anunciarnos que nos espera a la vuelta del estío con una agradable subida de impuestos.


Todo un detalle de don José, como siempre tan atento a las necesidades de los españoles. Dice que es por nuestro bien, por igualarnos a Europa no en sueldos, donde estamos a años luz de la media comunitaria, ni tampoco en paro, dado nuestro liderazgo absoluto en este ámbito. Nos quiere igualar en impuestos. Es decir, quiere que paguemos tanto como el que más, pues piensa su ilustrísima que endilgamos poco y con lo que le damos no tiene ni para empezar el día. De manera que en vez de pensar en cómo ahorrar en coches oficiales, comidas pantagruélicas, televisiones públicas, radios autonómicas, sueldos de diputados, embajadas catalanas, subvenciones a amiguetes, ayudas a Fidel Castro, subsidios para el Per, regalos ministeriales, propaganda electoral, asesores sin fin y cientos de gastos suntuarios perfectamente prescindibles, a don Blanco sólo se le ocurre la genial idea de subirnos los impuestos.


O sea que ya se atisba el panorama del otoño. Nos van a freír a impuestos entre unos y otros. Literalmente cocidos no sólo por Blanco y Zapatero, sino también por los demás. Pagaremos más IVA e IRPF, y más tasas de basura y tributos municipales, más gravámenes autonómicos y contribuciones locales, cánones digitales, ecotasas verdes, imposiciones y comisiones, sanciones por rotular en castellano en Cataluña, multas y más multas de tráfico, peajes de carretera, cargas sobre las pymes, arbitrios provinciales y cualquier cosa que se les ocurra para recaudar y poder pagar el derroche presupuestario en el que se han metido. Dice el ministro que es para hacernos mejores carreteras. Pues me va a permitir que le diga que de lo que se trata es que haga las carreteras ahorrando, no asaltando a los ciudadanos. Hasta hoy nunca se ha demostrado que subir impuestos sirva para arreglar la economía. Sirve para retraer el consumo y hacer que la gente gaste menos y las empresas inviertan lo justo y los emprendedores no emprendan.


Es decir, todo lo contrario de lo que hace falta en España. Y es que los socialistas empiezan siempre igual y acaban en lo mismo. Empiezan gastando lo que tienen y acaban subiendo los impuestos. Comienzan regalándonos 400 euros y terminan con el IVA, el IRPF y los tributos indirectos por las nubes. Y además con la osadía de decir que es por nuestro bien. Éste es el paraíso al que nos ha llevado Rodríguez Zapatero: menos sueldo para los funcionarios, menos paga para los pensionistas, más paro en general, jubilaciones a los 67 o los 70 años e impuestos hasta por dormir. Lo tenemos merecido.