Strauss-Kahn aliviado hasta marzo

32 horas de interrogatorio y una noche tras las rejas en una celda de 7 metros cuadrados. A eso se resume la declaración de Dominique Strauss-Kahn ante la Policía de Lille, que le investiga por un presunto escándalo de proxenetismo, en el que ocho personas han sido ya procesadas, y que ayer le dejó libre sin cargos, pero a la espera de que los magistrados lo convoquen posteriormente.
Una citación judicial prevista para el 28 de marzo, según «Le Figaro» y en la que se le podría significar su imputación por «complicidad por proxenetismo agravado» y «recelo de abuso de bienes sociales» si los jueces estiman que hay indicios suficientes para creer que el ex director del Fondo Monetario Internacional conocía las condiciones de las orgías y «fiestas libertinas» en las que participaba. Es decir, la presencia de prostitutas remuneradas en parte con fondos de empresas privadas dirigidas por amigos suyos: David Roquet, ex director de una filial de la constructora Eiffage, y Fabrice Paszkowski, responsable de una empresa de material médico, ambos procesados.
La negación ha sido la línea de defensa de DSK, que habría asegurado ignorar que sus efímeras parejas eran «scort-girls». Principalmente, porque algunas de ellas, dice, le fueron presentadas por responsables policiales. Una coartada que los agentes trataron ayer de desmenuzar, interrogándole sobre sus relaciones con un alto cargo de la Policía de Lille, Jean-Christophe Lagarde –otro imputado–, asiduo a esas citas y encargado de mantener «limpias» las líneas telefónicas de DSK. Sin embargo, varios SMS analizados en uno de los teléfonos del ex ministro podrían desmentirle. En ellos el político socialista recomienda los servicios de una de las chicas –igualmente procesada– loando sus virtudes amatorias, lo que evidencia que directa o indirectamente mantenía contacto con ellas, según varios medios galos. Los testimonios de algunas de las participantes señalan que DSK intervino para facilitarles la obtención de visados para una de esas orgías celebradas en Washington y París. Apartado de la campaña presidencial, el que fuera candidato favorito del Partido Socialista se ha quedado solo. «La página está pasada aunque es una gran tristeza para sus amigos», dijo ayer Martine Aubry. «Lo que hoy interesa a los franceses no es el futuro de DSK, sino saber cómo vamos a salir del paro», añadió.

Hollande critica a Sarkozy en su nuevo libro
Junto a los mítines y las entrevistas, los libros de campaña son otro de los clásicos en periodo de elecciones. Hoy publica el suyo François Hollande bajo el título: «Cambiar de destino». Un libro-programa en el que el candidato socialista abre su intimidad, habla de sus inicios en la política y se hace más cercano, pero también arremete contra sus adversarios, como Sarkozy, alguien «lleno de certezas: las suyas» y que «prefiere los soliloquios a los diálogos». Y le acusa de «haber hecho perder mucho tiempo a Francia» con políticas que califica de «contradictorias».