El pacto del Gobierno y el PNV deja la puerta abierta a ceder las pensiones

Así lo decidieron ambos dirigentes políticos en una conversación telefónica que mantuvieron pasadas las tres de la tarde y en la que cerraron definitivamente el pacto presupuestario que posibilitará a Zapatero agotar la Legislatura. A cambio, el PNV ha conseguido un compromiso por escrito del Ejecutivo que garantiza el desarrollo íntegro del Estatuto vasco. Pese a ello, Urkullu advirtió ayer al presidente de que este pacto «histórico» no compromete el apoyo de su partido en el resto de iniciativas gubernamentales.
Tras sellar esta alianza, Zapatero informó de la misma a Patxi López, cuyo «futuro queda en entredicho tras este acuerdo «con los nacionalistas vascos, coincidieron en destacar ayer a LA RAZÓN dirigentes peneuvistas y socialistas.
El traspaso de la gestión económica de la Seguridad Social constituye una histórica reivindicación del PNV, que el pasado 19 de septiembre hizo suya el propio lehendakari en el Parlamento vasco. La cesión de esta competencia equivale en la práctica a la ruptura de la caja única de la Seguridad Social, que garantiza, avalada por la Constitución, que cualquier pensionista, con independencia de donde resida, reciba la misma prestación a igual contribución.
Para su traspaso, el pacto alude a la Disposición Adicional Quinta del Estatuto vasco, que prevé que la Comisión Mixta de Transferencias fijará los oportunos convenios, mediante los cuales el País Vasco «asumirá la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, dentro de su carácter unitario y del respeto al principio de solidaridad, según los procedimientos, plazos y compromisos que, para una ordenada gestión, se contengan en tales convenios».
El acuerdo presupuestario, fruto de múltiples reuniones y conversaciones telefónicas, incluye un calendario para el traspaso de 20 competencias, de las que tres (políticas activas de empleo, formación profesional ocupacional y funciones de formación y empleo del Instituto Social de la Marina) se cederán antes de final de año.
Los traspasos al País Vasco se acordarán en una comisión paritaria integrada por seis personas (tres del PNV y tres del PSOE). El objetivo de la comisión será supervisar el desarrollo del acuerdo y el despliegue estatutario, que se plasmará en un calendario que tendrá como plazo el final de esta Legislatura.
El pacto recoge inversiones directas a Euskadi por 112 millones. En concreto, se refiere a un impulso a cuatro proyectos estratégicos para el PNV, como la Y vasca, el Plan de la Bahía de Pasaia, la fuente de neutrones por Espalación en Vizcaya y el proyecto de Urdaibai. Y se cierra una partida de 120.000 euros para realizar un estudio sobre usos de carácter cultural y museísticos con la Ley de Costas en la parcela de la colonias de la BBK en el ámbito de Urdaibai, donde la Diputación de Vizcaya pretende construir un nuevo Museo Guggenheim.
A partir de ahora Euskadi estará presente en la delegación del Estado que participa en el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la UE (Ecofin). Además, el Gobierno y el PNV han pactado que los tres territorios históricos pasen a denominarse oficialmente en euskera Bizkaia, Gipuzkoa y Araba en lugar de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava.

Nuevos nombres para las provincias vascas
Entre los acuerdos más llamativos a los que ha llegado el PSOE está el de apoyar una iniciativa parlamentaria del PNV para cambiar el nombre de las provincias vascas por su nomenclatura en euskera. De esta forma Álava pasaría a ser Araba, Guipúzcoa cambiaría a Guipuzkoa y Vizcaya sería Bizkaia.