Manhattan
Dinastía Clinton: una princesa en la República USA
Chelsea, la hija del ex presidente de Estados Unidos y de la actual Secretario de Estado, se casa con su novio de toda la vida a finales de julio. El Servicio Secreto ya está preparado para recibir a los grandes líderes extranjeros. La familia Clinton ha sustituido a los Kennedy en el corazón de los estadounidenses
Muy protegida por sus padres, Chelsea Clinton ha sido desde que era una adolescente objeto de la curiosidad de los estadounidenses. A los doce años, apareció en el vídeo: «Un hombre desde la esperanza» donde dio cuenta de las virtudes de Bill Clinton. Fue su salto a la fama. El siguiente paso fue más difícil: durante el escándalo de la becaria Monica Lewinsky fue fotografiada sujetando las manos de sus padres dando la impresión de que era lo único que mantenía unidos al entonces presidente de Estados Unidos y la primer dama. América entera hizo suya la traición del demócrata a su esposa. Y con la misma, sus enemigos políticos aprovecharon para destrozarle. Casi cayó en el «impeachment» (moción de censura). Cuando Hillary Rodham Clinton se presentó por primera vez al Senado se recorrió el estado de Nueva York con su hija. Después, Chelsea volvió a ayudar a la actual jefa de la Diplomacia estadounidense en su campaña en las elecciones primarias del Partido Demócrata en 2008. Entonces, peleó con el actual presidente por representar a su agrupación en las elecciones generales. Hillary perdió contra Obama. Y allí estuvo Chelsea para apoyarla. Siempre ha acudido al lado de sus padres para ayudarles a parecer una familia unida. Pero, además de ser la hija modelo, Chelsea Clinton, de 30 años, tiene una vida. Un trabajo en el fondo de inversión Avenue Capital Group, un lugar privilegiado en los selectos círculos de Nueva York y un novio, el banquero de Goldman Sachs Marc Mezvinsky, con el que se va a casar a finales del mes de julio en la que será la boda del siglo en Estados Unidos. La representante de Chelsea ha evitado confirmar cualquier mínimo detalle de esta ceremonia. Tampoco suelta prenda el portavoz del departamento del Estado PJ Crowley. Algunos periodistas se han dirigido a él para interrogarle por los pormenores del acontecimiento. Al fin y al cabo, la jefa de la Diplomacia estadounidense es la madre de la novia. Y cualquiera sobreentiende que él deba saber algo. De momento, la prensa estadounidense ha dado cuenta de que la pareja contraerá matrimonio en el pueblo de Rhinebeck al norte del estado de Nueva York el 31 de julio. Esta localidad se ubica en el Valle del Hudson, a sólo dos horas al norte de Manhattan. Y a sólo hora y media de Chappaqua, donde se ubica el hogar de la familia Clinton. La pareja anunció su compromiso justo después del Día de Acción de Gracias (la fecha más familiar y tradicional en Estados Unidos) del año pasado. Lo hizo por correo electrónico, después de que los rumores dijeran que ya se habían casado. La familia Clinton ocupa las páginas de los periódicos importantes y también los de la prensa rosa«Sólo» 400 invitadosLa boda con Marc Mezvinsky, un amigo de toda la vida al que Chelsea conoce desde que era una adolescente, se celebrará en la mansión de John Jacob Astor IV, según la prensa estadounidense. Este lugar es lo suficientemente elegante para proporcionar las fotografías de la boda perfecta con la que vestir amplios reportajes de las revistas del corazón en Estados Unidos. También, su aislada localización facilitará la tarea a los agentes del Servicio Secreto para garantizar la seguridad de los invitados, entre los que se esperan los líderes extranjeros, altos funcionarios y personajes importantes del mundo de la política, las finanzas y el entretenimiento. Hay sólo 400 nombres en la lista de invitados. Y Chelsea no quiere un boda llena de famosos. Pero, ya sabe que los planes suelen cambiar y desbordarse cuando sus padres están por medio. Eso sí, la joven ha puesto como norma que no quiere extraños. Debe conocer a todos los invitados. Y le ha advertido a su padre que haga una lista corta para los asistentes a la recepción. De momento, se sabe que la representante de la familia Gore, Kelee Kreider, ha confirmado que Al y Tipper Gore no acudirán. Acaban de anunciar su separación. Sobre ellos planea un escándalo sexual a partir de las declaraciones de una masajista sobre un comportamiento inapropiado. Chelsea y Marc se conocieron cuando la hija de los Clinton vivía en la Casa Blanca e iba al selecto colegio privado Sidwell Friends School. Ambos han sido estudiantes de la prestigiosa universidad Stanford, donde la joven ha terminado con honores. Marc Mezvinsky es hijo de dos congresistas demócratas, que han demostrado su fidelidad a su futuro consuegro. La madre del joven, Marjorie Margolies, miembro de la Cámara de Representantes del estado de Pensilvania, perdió las elecciones en 1994 después de apoyar los presupuestos de Bill Clinton, cuando era presidente. Su ex marido, Edward Mezvinsky, de Iowa, estuvo durante dos legislaturas en el Congreso en los años 70. Pero, tiene una mancha en su expediente a consecuencia de la sentencia a siete años de prisión por fraude de 10 millones de dólares. Salió en 2008 en libertad condicional. Un papá presidente a dietaBill Clinton, conocido por su afán desemesurado por las hamburguesas, ya ha bromeado con que su hija le ha advertido de que tiene que perder siete kilos. Parece que Chelsea no quiere que su padre le lleve al altar con el peso actual. Mientras, sobre el vestido que llevará se especula con que pueda ser Vera Wang u Óscar de la Renta. También, representa una incógnita bajo qué rito religioso se celebrará la ceremonia: Hillary Clinton es metodista, el ex presidente demócrata baptista y el futuro marido de Chelsea Marc Mezvinsky es judío.Además, todavía se descononoce si el presidente Obama y la primera dama acudirán a la ceremonia. Por medidas de seguridad, sólo se confirmará su asistencia en el último momento. Pero el Servicio Secreto lleva a cabo los preparativos como si el líder demócrata fuese a asistir. Todo es alto secreto. Incluso, los invitados sólo conocerán los detalles de la boda –lugar y hora exacta– una semana antes de que tenga lugar la boda de una dinastía que casi ha sustituido a los Kennedy. De los misiles a los preparativos de bodaLa secretaria de Estado Hillary Clinton siempre ha medido sus palabras. Hiciese lo que hiciese como primera dama, senadora de Nueva York o candidata la presidencia, sabía que allá donde fuera iba a haber cámaras y grabadoras para recoger todo lo que dijera. Ahora que es jefa de la Diplomacia estadounidense sus decisiones son más que una cuestión de quedar bien ante los medios de comunicación. Tiene en su agenda la guerra de Afganistán, las sanciones contra Irán, el conflicto árabe israelí y el escudo antimisiles de Europa, entre otros asuntos. Pero, en una entrevista la semana pasada a la televisión de Polonia, admitió que lo que más le preocupa en estos momentos es la boda de su hija Chelsea. «Es realmente lo más importante para mí en este momento. Por suerte, tengo correo electrónico. Y puedo comunicarme y la gente me puede mandar fotografías con los arreglos de las flores y otros tipos de decisiones», dijo una de las mujeres más poderosas del mundo.
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