San Sebastián
Dos magistrados del Supremo rechazan que se absolviera a Otegi por el mitin de Anoeta
«Arnaldo Otegi fue autor del delito porque los gritos a favor de ETA, el contenido del vídeo, el reparto de los boletines por dos encapuchados y la escenificación del inequívoco mensaje de apoyo a la banda terrorista exigen una evidente tarea de promoción, preparación, diseño y ejecución de la que el responsable político más cualificado de Batasuna, el portavoz de su grupo parlamentario, el principal orador del acto, no puede considerarse ajeno».
Con esta rotundidad, los magistrados del Tribunal Supremo Manuel Marchena y Julián Sánchez Melgar han dejado clara en un voto particular su discrepancia con la sentencia de la Sala de lo Penal del Alto Tribunal que confirma la absolución de Otegi de un delito de enaltecimiento del terrorismo por su participación en un mitin celebrado en el velódromo de Anoeta de San Sebastián en noviembre de 2004.
Los dos magistrados no comparten el dictamen de sus tres compañeros –que se dio a conocer el pasado 18 de mayo–, pues creen que el ex portavoz batasuno «era plenamente consciente del resultado lesivo que se iba a producir» como «primer responsable de la coalición Batasuna, como orador principal y promotor del acto».
La Audiencia Nacional absolvió a Otegi al considerar que durante el mitin (en el que se corearon vivas a ETA y se exhibieron imágenes de etarras) no ensalzó a la banda sino que defendió «la conveniencia y necesidad de un proceso de diálogo y negociación para la resolución del conflicto de manera pacífica y democrática».
Sin embargo, Marchena y Sánchez Melgar mantienen que «mal puede el principal protagonista del encuentro de Anoeta» (en el que Batasuna presentó su nueva propuesta política) «desconocer la naturaleza laudatoria del acto», sin que por ello se le haga responsable, por su silencio, de los «gritos jaleando a la organización terrorista» o de la emisión de las imágenes de etarras, precisan. En su opinión, a Otegi no se le puede considerar ajeno a la planificación, convocatoria y difusión del mensaje de apoyo a ETA, unas evidencias que, sin embargo, no aprecian en los otros dos acusados, los dirigentes abertzales Joseba Álvarez y Joseba Permach.
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