Una de presos y croquetas

Esta noche el atractivo es mayor porque se proyecta una de las mejores películas de la temporada «Celda 211», de Daniel Monzón, que arrasó en los Goya y se llevó de calle a los espectadores gracias al boca a boca. Éste ex crítico ha demostrado que se puede llegar al público y a los cinéfilos con una película inteligente y llena de ritmo. Este motín carcelario, que acaba teniendo tintes políticos, ha alumbrado uno de esos protagonistas emblemáticos para el cine español: Malamadre, interpretado por Luis Tosar. También nos descubrió al joven Alberto Amman, que se acaba de poner en la piel de Lope de Vega para un filme de próximo estreno. Pinchos calientes y fríosPero como la sesión no empieza hasta las 22:30 h. y el recinto abre sus puertas dos horas antes, es recomendable acudir con el tiempo suficiente como para degustar el variado menú que ofrecen los establecimientos presentes en esta iniciativa, que ya ha recorrido media Europa hasta llegar a la capital. Uno de los puntos de parada obligada es José Luis, esa firma con tanta solera en la ciudad, que ofrece lo mejor de su catálogo de «pinchos calientes y pinchos fríos», es decir, croquetas, solomillos, merluza, tortilla, jamón y lomo ibérico, según nos explica su encargado. Aunque la afluencia es mucho mayor antes del filme, cuando el hambre aprieta, no cierran hasta tarde: «Cuando la película va dirigida al público joven, trasnochan más y se quedan hasta las tres», continúa el encargado. Los empleados de José Luis constatan el éxito de esta iniciativa, pese a tratarse de la primera edición: «Los primeros días se fue doblando la afluencia de clientes cada jornada», nos cuentan. También lo han notado así el resto de establecimientos presentes: las barras de Mahou, los cafés de Orange, Sushita con sus ensaladas y especialidades japonesas y La Reina de Cuba, que sirve los mojitos de la manera mas parecida a como lo hacen en La Habana.