Entre dos rayas por Fernando Vilches

El diccionario da dos acepciones de la palabra caligrafía: «1. Arte de escribir con letra bella y correctamente formada, según diferentes estilos. 2. Conjunto de rasgos que caracterizan la escritura de una persona, de un documento, etc.». Yo creo que es una de las palabras más hermosas, heredada del griego, que habitan nuestro léxico. En mis años jóvenes, en el Seminario de Rozas de Puerto Real, nos enseñaron muchas cosas buenas, útiles, provechosas y, entre otras, a procurar buena letra en todos nuestros trabajos y exámenes escritos. Se utilizaban los famosos «Cuadernos Rubio», y nosotros, con la lengua entre los labios, y en cuadernos de dos rayas, nos esmerábamos en que nuestras letras no se salieran de ellas. «Bild» se espanta de que uno de cada tres alumnos no ha escrito nada a mano en los últimos seis meses. Porque hoy se escribe muchísimo, cierto, pero los hijos del hipertexto arruinarán a la industria de instrumentos de escritorio. He de decir que los profesores de Lengua Española de la Universidad Rey Juan Carlos exigimos (Plan Bolonia) que los alumnos nos entreguen un Portafolios con diversas prácticas escrito a mano. Recuperamos nuestra infancia.