La solución al paro

La Encuesta de Población Activa ha dejado el paro cerca de los cinco millones. Hoy, cuando lean estas líneas, ya se conocerán los datos del paro registrado y no serán, precisamente, halagüeños. Los expertos revisan a la baja las previsiones económicas y apuntan que el segundo semestre será todavía mucho peor. De hecho, la mayoría de analistas vaticina una nueva recesión alejando la recuperación prevista para el segundo semestre de 2012. Para colmo, el crédito seguirá congelado a tenor de las medidas exigidas a la banca española por la UE.

Con este panorama, hay que actuar, y rápido. No se puede marear más la perdiz. Los datos de la EPA han sido un nuevo jarro de agua fría y han provocado estupefacción y pesimismo. Aún más si cabe en este contexto deprimente. Sin embargo, nadie reacciona. Cuando hace dos semanas el presidente de los empresarios, Juan Rosell, planteaba a partidos y sindicatos sus propuestas de reforma laboral fue recibido con todo tipo de improperios. Unos, los partidos, más pendientes de los votos que de dar soluciones, le dieron la espalda. Otros, los sindicatos, ni tan siquiera la contemplaron, simplemente se enrocaron.

No hay peor ciego que el que no quiere ver. En breve, se agotarán las prestaciones de desempleo para miles de trabajadores. Más de un millón de familias tienen parados a todos sus miembros. La dualidad del mercado laboral condena a miles de trabajadores a tener contratos temporales sin ningún tipo de indemnización. Con la EPA en la mano, quizás no sea tan descabellada la propuesta de reforma defendida por Rosell. Al menos, alguien se pone manos a la obra porque el paro tiene solución, pero hay que ponerse.