Londres
China no molesta
España se estrenó con un partido cómodo. El equipo se soltó en ataque y no necesitó defender para arrancar con una victoria
Nacho Coque es un clásico de la Selección. Su figura es inconfundible y su trabajo, imprescindible. Sentado al fondo del banquillo con su cabeza rapada es el preparador físico del equipo. El responsable de que el arsenal de Scariolo arranque los partidos enchufado para evitar lesiones. Pues resulta que Nacho Coque no pudo estar en la pista en la preparación del partido ante China. Todas las selecciones cuentan con siete plazas para técnicos y a España ayer sólo le correspondieron seis. El calentamiento no fue el habitual y ese fue el argumento que encontró Scariolo para el perezoso arranque ante los asiáticos.
En el quinteto titular ya había buenas noticias. Al lado de Pau, como sucedió en el Eurobasket de Lituania, volvía a estar Marc. El pívot olvida poco a poco las molestias en el hombro y ante China dispuso de 21 minutos. Su presencia dota al juego español de unas alternativas que no da ningún otro jugador. Rebotea, pasa, ocupa mucho espacio, lee el juego como nadie de su tamaño y si hace falta pegarse lo hace hasta con su sombra. Ante China bastó con algún detalle para confirmar que Marc está de vuelta. Fue la única nota positiva en el principio. La otra novedad era Llull en lugar de Navarro. El escolta no ofreció el nivel que ha mostrado en la preparación. Fue uno de los pocos secundarios que no pudo destacar. Navarro sí lo hizo. Otra noticia enorme. Anotó 14 puntos sin necesidad de acaparar la pelota y en apenas 18 minutos. La mejor prueba de que Navarro está de vuelta fue en un dos contra dos que ejecutó con Gasol. Su amigo Pau le ofreció un bloqueo directo y él clavó un triple desde siete metros. Su compañero de habitación en la Villa Olímpica le lanzó un guiño cómplice. Navarro ya está en los Juegos.
También hubo alguna sombra, pero fue más por la falta de intensidad que exigía el partido. España defendió empleándose lo justo o menos. Como en el primer cuarto sólo Calderón se mostró acertado, China se permitió ir por delante. Los asiáticos son un equipo facilón. Talento ofensivo, pero escaso esfuerzo atrás. Tiene muchos jugadores capaces de anotar desde fuera, pero cuando hay que trabajar al otro lado de la cancha hay demasiadas veces que acompañan a su pareja con la mirada. Si a eso se le añade una defensa zonal de broma... España anotó 34 puntos en el segundo cuarto, siete jugadores anotaron al menos un triple y la Selección sumaba un punto más al descanso (53-41) de los 52 que Estados Unidos había endosado a Francia en la primera parte.
China procuró que el partido no muriese en la segunda parte. Sobrevivió en la medida en que se lo permitió España. Estuvo por debajo de la decena en todo el tercer cuarto. La entrada de Sergio Rodríguez, el último jugador de la rotación, terminó de animar al equipo y de implicar a todos los jugadores. Las diferencias se ampliaron por encima de los diez puntos. La sensación de superioridad y la tranquilidad que irradia el grupo son la mejor conclusión de un estreno plácido. No hubo necesidad de forzar. Pau lo resumió así: «Tenemos espacio para mejorar en muchos aspectos, como la intensidad, la comunicación, la atención al detalle y la fluidez en ataque». El margen de mejora es amplio. Mañana ante Australia, España se verá más exigida. Será el momento de dar otro paso adelante.
- Ficha técnica:
97 - España (19+34+16+28): Pau Gasol (21), Rudy Fernández (7), Jose Manuel Calderón (12), Sergio Llull (2) y Marc Gasol (5) -equipo inicial-, Sergio Rodríguez (5), Navarro (14), Reyes (2), Claver, San Emeteriol (5), Ibaka (17) y Sada (7).
81 - China (17+24+19+21): Wei Liu (9), Shipeng Wang (8), Yue Sun (3), Jianlian Yi (30) y Zihzhi Wang (15) -equipo inicial- Ding, Yi Li, Zhu (2), Zhang (2), Chen (12) y Zhou.
Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Felicia Grinter (USA) y Fernando Sampietro (ARG). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada del grupo B del torneo olímpico de baloncesto disputado en el Basketball Arena de Londres ante 9.103 espectadores.
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