Lisboa
ETA intentó matar a Patxi López en 2010 para forzar a negociar
ETA tenía previsto atentar, en enero o febrero de 2010, contra el presidente del Gobierno vasco, el socialista Patxi López, con un fusil de mira telescópica, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas. Los encargados de perpetrar la acción criminal eran los integrantes del «comando Otazua», que fue desarticulado por la Guardia Civil la semana pasada
El arma había sido enviada por la banda a Portugal, en la furgoneta que fue interceptada, el 9 de enero de ese año, por una patrulla de la Benemérita en la localidad zamorana de Bermillo de Sáyago.
El atentado fue ordenado por el entonces jefe del llamado «aparato militar», Mikel Carrera, «Ata», y pretendía, por el objetivo elegido, que tuviera una enorme trascendencia. La finalidad era la de presionar al Gobierno, con el fin de que abriera una nueva negociación y, sobre todo, para que permitiera que Batasuna estuviera presente en las elecciones municipales de ese año.
Diseñado por «Ata»
El plan, diseñado por «Ata», incluía, asimismo, la utilización de la citada furgoneta como coche bomba y volar las Torres Kio, en la Plaza de Castilla de Madrid, en una acción criminal similar a la que ETA había intentado con anterioridad en otras dos ocasiones contra el complejo Azca.
Ambos atentados fueron abortados también por la Guardia Civil, al interceptar, en diciembre de 2009, en la provincia de Zaragoza, la «caravana de la muerte» (dos furgonetas bomba) que el «comando Basurde» («Jabalí») trasladaba a la capital de España. En 2007, la célula llamada «Elurra» («Nieve») había preparado la acción criminal, pero no pudo llevarla cabo al ser desarticulada.
El «comando Otazua» estaba a la espera de que la «dirección» etarra les marcara una cita para recoger la furgoneta (y con ella el fusil de mira telescópica), que habría sido preparada en la base logística que la banda tenía en Portugal, en un chalet de Óbidos. La fecha elegida para el atentado era el 14 de enero. El coche utilizado como «lanzadera» (para avisar de la posible presencia de controles policiales) en el traslado de la furgoneta a Madrid sería colocado en el Barrio del Pilar, para que hiciera explosión y despistar de esta manera a las Fuerzas de Seguridad.
En atentados de este tipo, los etarras avisan por teléfono con una cierta anticipación al momento de la explosión, aunque siempre tratan de causar víctimas entre los agentes de los TEDAX, que acuden a tratar de desactivar los artefactos explosivos.
El vehículo interceptado en Zamora, en el que estaba el fusil de mira telescópica y abundante material con destino a la base logística, iba conducido por el etarra Garikoitz García. En un coche «lanzadera», circulaba Irache Yañez. Aunque los dos terroristas etarras lograron escapar en un primer momento a territorio portugués, fueron capturados por agentes lusos a las pocas horas.
En el chalet de Óbidos había más de 1.000 kilos de explosivo ya preparados para ser utilizados, por lo que todo parece indicar que el artefacto para volar las Torres Kio sería de una gran potencia. Los terroristas buscaban, esta vez también, provocar el terror entre la población con una demostración de fuerza.
Al frente del laboratorio estaban Oier Gómez y Andoni Zengotitabengoa, que fueron identificados por la Policía portuguesa gracias a las cámaras de un centro comercial en el que habían realizado algunas compras. Zengotitabengoa fue capturado el 11 de marzo en el aeropuerto de Lisboa, cuando trataba de coger un vuelo con destino a Venezuela.
En el punto de mira
El complejo Azca y grandes edificios de Madrid están en el punto de mira de ETA desde hace años. Se han convertido en un auténtica obsesión para los cabecillas, que tratan de emular el atentado que el IRA cometió en su día contra la City de Londres.
El atentado que querían cometer era, recuerdan las mismas fuentes, similar al que el mismo «comando» había perpetrado seis meses antes, el 29 de julio de 2009, contra la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, provocando cuantiosos daños materiales y heridas a 65 personas.
El «Otazua» recibió entonces una furgoneta Mercedes Vito, robada en Francia el 10 de abril, y la estacionó en un aparcamiento situado junto al cuartel de la Guardia Civil.
Un plan siniestro
El arma, interceptada: El 9 de enero de 2010 fue interceptada en Zamora una furgoneta en la que se transportaba el fusil con el que pretendían matar al lendakari.
Más de 1.000 kilos de explosivos:Los terroristas contaban con más de 1.000 kilos de explosivos ya preparados para ser utilizados en un chalet de la localidad portuguesa de Óbidos.
Las Torres Kio: Eran el espectacular objetivo de la banda terrorista en Madrid.
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