Actualidad

Maribel Verdú: «No me va el amor virtual soy muy carnal»

Profesión: actriz. Nació: en 1970, en Madrid.Por qué está aquí: protagoniza la película «De tu ventana a la mía» y «El tipo de la tumba de al lado» en el teatro.

Maribel Verdú: «No me va el amor virtual soy muy carnal»
Maribel Verdú: «No me va el amor virtual soy muy carnal»larazon

–Estrena película: «De tu ventana a la mía».
–La historia de tres mujeres de vida dramática y de gran fortaleza.

–Como usted misma, ¿no?
–La vida no me ha tratado tan mal como a ellas.

–¿Por aquello de que usted trata bien a la vida?

–Porque así lo quiere el destino.

–¿Mira mucho por las ventanas?
–Me gustan los hermosos paisajes, pero no soy «voyeur».

–Ahora se liga por internet. Hay muchas relaciones virtuales.
–Me parece muy bien, pero a mí no me va el amor virtual. Soy muy carnal.

–La ventana de antes es el internet de ahora...
–Claro. No sé cómo podíamos vivir sin internet. Es la ventana global. Me sirvo de ella, pero no estoy enganchada.

–La ventana como símbolo de la única libertad de las mujeres de antes...
–Sí, su única libertad era soñar y mirar por ella.

–Las tres tuvieron que vivir solas sin elegirlo. ¿Se imagina vivir sola?
–No. La soledad es de las cosas más tristes cuando no es elegida. No me gusta la soledad.

–Y en el teatro Goya de Barcelona interpreta «El tipo de la tumba de al lado». Cuando palme, ¿a quién le gustaría tener en la tumba de al lado?
–A nadie. No deseo ser enterrada, quiero la cremación.

–En la comedia, usted es una intelectual; él, un rústico granjero...
–Demasiadas diferencias, pero les une la soledad y la necesidad.

–Se conocen en un cementerio. ¿Un buen sitio para enamorarse?
–Sí. Allí se puede encontrar el amor...y el humor.

–¿Prefiere los amores risueños o es sufridora en casa?
–Ni en casa ni en la calle. Me niego a sufrir más de lo necesario.

–Y si se enamorara de un granjero rústico, ¿le llevaría a la ópera y le haría leer a Schonpenhauer?
–Es un error querer cambiar al otro. Si te enamoras, lo mejor es adaptarte a él. Se pueden hacer pequeños cambios, pero lo justo. Casi mejor ni eso.

–Sí, no sea que luego no la lleve al huerto...