Kohan y la historia del tango gafado

Ser otro. O ser el mismo. O ser él mismo siendo otro. Mario Novoa deja Buenos Aires y parte con rumbo hacia el sur, hacia Bahía Blanca, una ciudad de la que desconoce casi todo, salvo sus mitologías de puerto y los rumores de que se trata de un lugar gafe: la tierra natal, por ejemplo, del músico Carlos Di Sarli, uno de cuyos tangos, «Bahía Blanca», se negaron a tocar durante años diversas orquestas debido a que, decían, interpretarlo traía mala suerte. Pero Novoa no está allí por eso; ha llegado a las puertas de la Patagonia porque desea olvidar las tormentas de un amor y, si es posible, ser otro.
Ganador del Premio Herralde de Novela en 2007 con «Ciencias morales», en «Bahía Blanca» el escritor argentino también se vale de los símbolos que constituyen la cultura de su país y compone una novela que se plantea como un doble viaje: uno que lo lleva a pensar en la tradición literaria argentina como el resultado de una guerra entre vencedores y vencidos y otro, más sutil, que lo lleva a poner en juego temas como la épica de los boxeadores, el futuro de la novela como género o la desaparición del sujeto contemporáneo. Entre uno y otro viaje, no obstante, Martín Kohan despliega una trama de violencia y de venganza y en la que la ciudad, que ahora es un mapa invisible de fracasos, se convierte en el único lugar donde se puede ser otro, el mismo.

«Bahía blanca»
Martín Kohan
Anagrama
280 páginas,
17,90 euros.