Cualquier tiempo pasado

Es posible que el día de hoy llegue a ser considerado mañana como aquel en el que se desbarató la Teoría de la Relatividad de Einstein. Los físicos del mundo entero andan haciendo probaturas, pero lo cierto es que ya van dos ocasiones en las que la ciencia empírica demuestra que esas sustancias subatómicas denominadas neutrinos corren más que la luz. Einstein, que nunca estuvo seguro de nada, y por eso amparó el conocimiento de los hombres bajo el paraguas de lo relativo, resguardó todos sus razonamientos en la insuperabilidad de la velocidad de la luz. Bueno, pues según los últimos experimentos realizados, parece que se equivocó. Eso es lo mejor y lo peor de la vida: todo es pura incertidumbre y hasta la mayor de las certezas puede dejar de serlo en un chasquido de dedos. Aún a la espera de que se confirme que los neutrinos corren esos 0,00000006 segundos más que la luz –sorprendentemente, una diferencia tan mínima puede determinar un cambio radical de consistencias intelectuales–, hay algunas preguntas inevitables. Por ejemplo, ¿significará esto que es posible retroceder en el tiempo? Y si así fuera, ¿hasta dónde sería viable tal retroceso? En la última película de Woody Allen , «Midnight in París», acababa constatándose que el ser humano suele considerar mejores las épocas anteriores a la suya. Mucho antes de Allen, Jorge Manrique en «Las coplas por la muerte de su padre» ya decía aquello de «cualquier tiempo pasado fue mejor…» Entonces, si realmente pudiéramos volver atrás por obra y gracia de la carrera ganada por los neutrinos a la luz y, por tanto, a las relatividades einstenianas, ¿a dónde regresaríamos? Tal vez es hora de pensarlo.