Melanie Olivares: «No me gusta Ronaldo es muy joven para mí»

–Debe ser imposible tener el cuerpo tan en forma como para interpretar a una meretriz como la Paz de Aída sin hacer deporte, ¿no?
–Jajajaja, no... Bueno, sí, porque no hago casi nada de deporte, te lo juro. Me entrenaba Iván Perujo, que es un entrenador de deportistas de élite, pero ahora como no vaya a entrenarme de una a seis de la mañana lo tengo fastidiado. Es una pena, me voy a quedar como un palillo.

–¿Exige más esfuerzo ponerse dramática en un «Momento Mori» –título de la función que interpreta en el teatro Fernán Gómez de Madrid–, o ser gra- ciosa en Aída?
–Para mí es mucho más difícil la comedia que el drama, lo tengo muy claro. Además es que en la comedia –Aída se graba con público– la reacción tiene que ser inmediata. La del drama, no.

–¿La Paz de Aída, hubiera cambiado a su Luisma por Cristiano Ronaldo, por ejemplo?
–No, qué va. ¡Aunque ahora va a haber acontecimientos extraordinarios en Aída...! Pero yo no creo que Paz sea una persona que se deje influenciar por la fama o el dinero. A mí Ronaldo no me gusta, es muy joven para mí. Para un revolcón no te digo yo que no, pero para un amor de pa'siempre, le faltan algunos años.

–¿Los futbolistas no se pueden ligar a cualquiera?
–Por supuesto que no.

–¿Y, entonces, con lo brutitos que parecen algunos, porque se llevan de calle a las más famosas modelos?
–Será a las de veinte años. Yo es que casi duplico esa edad.Y con mi edad, un cuerpo bonito lo tienen muchos. Y luego depende de lo que le interese a cada uno «el mundo billetera»: yo siempre he sido muy de barrio y con lo que tengo es suficiente, no necesito lo de los demás.

–¿Como interpretaría usted a la mujer de un futbolista?
–Jajaja, ¡que putada de pregunta! Pueees... con mucho Louis Vuitton y mucho Chanel, que quieres que te diga.

–¿Y sería más fácil esa interpretación o la de la novia de Nadal?
–Pues sería más difícil la novia de Nadal, porque siempre son más difíciles los personajes que están más estereotipados. Y creo que las mujeres de los futbolistas son muy parecidas.

–¿Y le gusta más el fútbol o el tenis?
–El fútbol. Soy del Atlético y del Rayo.

–Pues España está dividida entre el Madrid y el Barça... ¿Dónde cree usted que tiene más fans?
–Pues no sé si tengo fans en alguno de los dos, pero me encantaría tenerlos en el Barça porque soy catalana y he ido muchas veces al Camp Nou con mi padre.

–¿Los actores tienen que posicionarse en el fútbol, en la política y en la vida?
–Un actor tiene que tener ideología sí o sí, con lo cual, que se posicione en lo que quiera porque tiene todo el derecho como persona individual.

–¿Pero los actores tienen la misma influencia que los deportistas en la opinión pública?
–Tenemos menos influencia y ganamos muchíiiiiisimo menos.

–Dicen que antes era más vistoso ligarse a un actor y ahora a un deportista, ¿usted qué cree?
–No sé, la verdad. Nunca he sido de deportistas. No se puede decir de este agua no beberé, pero...

–O sea, ¿que no le parece que el mejor partido de nuestros días es un deportista de élite?
–Creo que el mejor partido es el que a ti te haga feliz, independientemente de la cartera.

–Más que por la cartera lo decía por la limpieza del deporte, a menos que haya dopaje, claro. Por cierto, ¿hay dopaje en la interpretación?
–No creo yo que mucha peña se meta mucho para estar haciendo una función de teatro doce horas seguidas. Creo que nadie lo aguantaría, deberían dopar al público.

En primera persona
«Nací en Badalona en 1973, estoy soltera, tengo una hija que es de lo que más orgullosa me siento y me arrepiento poco de las cosas. Perdono, olvido menos, valoro la humildad y la lealtad, y detesto la mentira y la ostentación. Soy generosa, simpática y ¡joder! me cuesta definirme. Me gusta comer desde las cosas más sencillas hasta las más elaboradas, y beber vino y champán. Tengo un montón de manías: no soporto dormir con los armarios abiertos o con los cajones sacados, o poner una bandeja al lado del grifo. Antes solía soñar que tenía que ir hacia algún lado y no podía, ahora no se me repiten los sueños. De mayor me gustaría ser más madre y si volviera a nacer sólo querría ser la mitad de feliz de lo que he sido hasta ahora».