Barcelona
«Se gastan 2 millones en la consulta y el sistema de votación no funciona»
Los problemas en el sistema informático dejan a un puñado de vecinos «indignados» y sin poder votar.
«¡Esto es vergonzoso! He hecho una cola de 20 minutos y cuando llega mi turno me dicen que no puedo votar, que el sistema informático se ha estropeado. ¡Esto es indignante! Apúntalo y cuéntalo, nena», insistía Àngel Palau, vecino de Gràcia, a una de las periodistas que ayer se acercó a la carpa de los Jardinets de Gràcia para seguir la votación de la consulta sobre la reforma de la Diagonal. Al mediodía, el principal punto de votación presencial, la carpa de los Jardinets de Gràcia, no tenía nada que envidiar a los saraos del camarote de los hermanos Marx. Una veintena de ciudadanos hacía cola para votar, pero cuando corrió el rumor –del todo cierto– de que las urnas virtuales no funcionaban, se sublevaron. Aprovechando que la Prensa esperaba allí al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, hubo quien se puso ante los micrófonos de los periodistas para lanzar sus quejas. «¡Se gastan dos millones en organizar la consulta y no se puede votar, ver para creer!», protestaba otra vecina, Teresa Figa. Si la risa se contagia, más se contagian las ganas de quejarse ante un micro. A la denuncia de la mujer se añadieron un puñado de quejas, desafiantes y tímidas, como la de Josep Bordas, un vecino de Sant Gervasi que bajó andando hasta Gràcia «para votar la opción C». «Si hoy no se puede votar, volveremos mañana», dijo resignado, «pero yo no me quedo sin participar, no quiero que se gasten el dinero en unas obras que no son necesarias». Miedo al colapsoEl argumento más repetido entre los ciudadanos que eligieron la opción C –dejar la Diagional tal como está– fue que «en tiempo de crisis, la ciudad tiene otras prioridades al margen de reformar la Diagonal». El otro motivo para decantarse por el «no» a la reforma fue el miedo a que la restricción de coches implique colapsar el Eixample. La sorpresa para quienes querían elegir la C era que la letra no aparecía como tal en la pantalla. Se podía elegir entre la A –boulevard–, la B –rambla– o ninguna de las dos.Hereu, que al final no apareció en el punto de votación de los Jardinets de Gràcia, aseguró que el Ayuntamiento no esconde la opción C y argumentó que no se puede dibujar. Hereu no hizo acto de presencia en los Jardinets de Gràcia porque tuvo que hacerse cargo de los problemas que surgieron en los puntos presenciales e internet para votar. La gerente de e-administración, Pilar Conesa, explicó que por la mañana no se pudo votar por culpa de una mala sincronización del software en ocho de los 108 puntos presenciales, en los Jardinets de Gràcia, el centro cívico de Fort Pienc, la sede del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, el Espai Jove Fontana, la biblioteca Mercè Rodoreda , Casa Àsia, el centro cívico El Sortidor y el centro Can Fabra. Además, en otros puntos, hubo incidencias con la conexión a internet vía 3G, como en el distrito de Les Corts, donde Hereu intentó votar a primera hora para dar ejemplo. Al final, logró insertar su voto electrónico, aunque no dijo qué opción escogió. Por la mañana, también hubo problemas vía Internet, según el Ayuntamiento, porque «hubo un alud de entradas». Por la noche, se volvieron a dar problemas en Internet. Ayer votaron «miles de personas», según el Consistorio, a partes iguales por Internet y presencialmente.
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