La semana de Martín PRIETO: El mejor amigo

El mejor amigo del hombre no es el perro (el presidente no lo tiene) sino el chivo expiatorio. José Luis Rodríguez Zapatero lleva demasiados años excitando al carnero para que, en sus alforjas, pasee los pecados del PP intentando forzarle a que gobierne él desde la oposición, maniobra política inédita entre las naciones. Tras un recorte presupuestario de figón pobre, el decreto-ley sobre las relaciones laborales es un galimatías que seguirán estudiando estupefactos en Bruselas, nuestra veedora. Es un tocho que ocupa decenas de páginas en letra pequeña en el BOE. En su presentación ya comienza mintiendo o faltando a la verdad, suponiendo que estas medidas se justifican por la situación financiera internacional, silenciando que ya padecíamos una crisis económica mucho antes que empezara a temblar Lehman Brothers. Su articulado es tan estomagantemente prolijo y minucioso que parece una guía de ferrocarriles, y probablemente está redactado así para que no se pueda cumplir. Ítem más: su rango jurídico está en el Limbo, y eso que lo ha suprimido el Papa. El papel está en vigor al ser publicado oficialmente, pero el decreto-ley se convertirá en proyecto de ley para ser debatido en las Cortes. Como ZP no ha conseguido un pacto patronal-sindicatos no quiere firmar solo y le pasa la patata caliente a los grupos parlamentarios. Así, incluso deja al criterio de los jueces en lo social qué es una empresa con «causas económicas negativas», redactado por algún Lucifer del castellano. Como a Zapatero no le bastaron las tres clases de economía de Jordi Sevilla (que ha huido hasta del Congreso) está inventando la Economía del siglo XXI. La fracasada Angela Merkel ha puesto en marcha diferentes planes sobre el déficit y la deuda hasta el 2014, incluyendo el cese de 20.000 funcionarios y 40.000 soldados. Siendo nuestra estricta gobernanta, la escucho rugir el látigo ante estas reformas por capítulos con las que queremos justificar una deuda de quinientos mil millones de euros a las bancas francesa y alemana. Se desmiente que hayamos entrado en el plan del rescate financiero de la Unión Europea, pero está previsto para nosotros, no para Grecia. Como Cagancho en Almagro: «Yo a ese toro no lo mato porque me ha mirado mal». ZP se debe comprar un perro. «La roja», en rosaYa se sabe que el fútbol es un juego que disputan once por cada bando y que siempre gana Alemania. El debut de «La Roja» vació media España, mucho más que la reciente huelga de la Función Pública. Se ve que estábamos necesitando alivio.Lástima que en septiembre no tengamos previsto ningún evento deportivo que contrapee la huelga general promovida por unos sindicatos socios y cómplices del Gobierno. Esta semana escuché a un prestigioso catedrático de Economía alemán que mostraba su estupor ante los sindicatos españoles, que tienen previsto convocar una huelga general a tres meses y media vista.Ésa sí que es lista de espera y no la de la Seguridad Social. UGT y CC OO no quieren la huelga, mitad porque no nos conviene, y la otra mitad porque no le interesa al presidente, quien financia sus gabelas. No habrá huelga general a menos que ZP se traslade a vivir con lacayos al Palacio Real. Nos embroman. Nos contentamos con tan poco como con una victoria roja ante los antipáticos suizos, y si ganáramos hasta este Mundial nos daría cuerda para pasar el verano aunque nos suprimieran la paga del 18 de julio. Siempre podrán aducir que es un aguinaldo franquista como la de Navidad, una concesión eclesiástica. Los 666 asesores (el signo del Demonio) son capaces de eso y más. No olvidemos que en Madrid, en el Retiro se erige la única estatua del mundo en honor de Belcebú. ¿Cuánto le pagarán a «La Roja» si llega a semifinales? Austeridad.El personaje de la semana: Miriam GonzálezLa esposa del viceprimer ministro Británico Nick Clegg ha sido nombrada consejera de Acciona. No es un caso atípico; es una abogada internacional que mantiene su casa mientras su marido se arruina en política. El presidente de los EE UU fue becario en el bufete más prestigiosos de abogados en Chicago, su jefa era Michelle, «una loba» de los Tribunales de Chicago. Ha dicho de su marido que es un fumador empedernido con aliento a cloaca y camino a la cama va dejando por el suelo un reguero de ropa sucia que ella va recogiendo mientras le putea. Obama no tiene una cantidad de dinero importante, y todo el patrimonio familiar está a nombre de Michelle, que lo consiguió con su talento en el foro. Hillary Clinton cuando era gordita y llevaba gafas de culo de sifón era la abogada más cara de Arkansas cuando Bill se recostó en ella para hacer su carrera política. La jefa de ventas de Citroën para el sur de Europa es una española. Lista interminable de mujeres de gran cociente intelectual que ofrezco a Bibí antes de que me las aborte por defensa de género.