Isabel II presenta la gran reforma política conservadora

El Parlamento británico inauguró ayer el periodo de sesiones de la mano de la Reina Isabel II y lo hizo sin sorpresas. El nuevo Gobierno de coalición formado por conservadores y liberal-demócratas se comprometió a seguir los principios de «libertad, justicia y responsabilidad» y se fijó como prioridad reducir el agujero presupuestario. David Cameron ignoró las sutilezas del protocolo que marca la jornada y no tuvo inconveniente en acusar al anterior Ejecutivo de haber dejado al país en una situación «terrible».La pompa real fue la misma de los últimos 56 años, pero políticamente la cita tenía un significado especial. Por primera vez en 14 años, la soberana leyó el avance legislativo de un Ejecutivo liderado por los «tories» y no por los laboristas, que ayer volvieron a los sillones de la oposición.El discurso incluyó 22 proyectos de ley, un borrador y un puñado de promesas políticas. Entre las más llamativas, revertir el poder del Estado en el ciudadano, consolidar las libertades civiles, introducir mandatos fijos de cinco años, reformar el sistema electoral, acabar con el plan de DNI y subir la edad de la jubilación a los 66 años antes de 2024, fecha fijada en un primer momento.La mayor parte de las normativas ya se habían filtrado. Durante los cinco días que duraron las negociaciones entre las dos formaciones –después de que David Cameron no lograra mayoría absoluta el 6 de mayo– se revelaron los acuerdos más importantes y los detalles se perfilaron la semana pasada con la publicación del acuerdo del pacto.Más autonomía en educaciónNinguna, por tanto, pilló desprevenido a nadie, pero sí hubo cierta confusión en el terreno de la educación, donde el Ejecutivo quiere dar poder a los padres para gestionar ellos mismos sus propias escuelas. Se otorgará mayor libertad en los planes de estudio, se dará a los maestros más autoridad para hacer frente a la mala conducta y se proporcionará una ayuda económica a los alumnos de familias menos pudientes, una de las grandes promesas de los de Nick Clegg.Una de las medidas más esperadas era la referida a la reforma política. A pesar de que los liberal-demócratas perseguían un cambio en el sistema electoral, se tendrán que conformar con un referéndum para cambiar las reglas actuales por el voto alternativo, aunque los conservadores harán campaña para las que cosas se queden como están, ya que el actual sistema les beneficia. Por su parte, los liberales podrán votar en contra de la construcción de centrales nucleares. Aunque las dos formaciones se han propuesto gobernar juntas hasta mayo de 2015, está por ver si sus diferencias no provocarán una crisis que haga necesarios unos comicios antes de tiempo.

Las nuevas leyesLibertades ciudadanas. Los planes para introducir el carné de identidad serán suprimidos, mientras que el uso de las cámaras de circuito cerrado de seguridad y los centros de datos de ADN serán más regulados.Reforma política. Quieren que los votantes de una determinada circunscripción –un 10%– puedan retirar a su parlamentario si resulta ser un político corrupto. También revisará la composición de la Cámara y han prometido un referéndum para cambiar el sistema electoral por el de voto alternativo.Más poder al ciudadano. Quieren que participen en la elección de los responsables de la Policía y que los padres puedan gestionar los colegios.Inmigración. Se prevé la fijación de cuotas anuales para aceptar inmigrantes extracomunitarios, y la creación de una policía de fronteras.