Londres
Varapalo a Nick Clegg en la primera cita electoral tras formar Gobierno
La coalición del Gobierno británico no superó ayer el primer examen en las urnas. La prueba la puso la «by election» de la circunscripción de Oldham East y Saddlwort, al norte de Inglaterra. Se trataba de unas elecciones de carácter menor y habrían pasado de puntillas por el panorama político si no hubiera sido porque era la primera vez que los votantes hablaban tras el cambio de Gobierno.
Tan sólo estaba en juego un escaño, pero la convocatoria ofrecía a los conservadores y liberaldemócratas la oportunidad de saber cómo se había tomado el ciudadano sus medidas contra el déficit.
Por otra parte, el examen también evaluaba a los laboristas por primera vez con Ed Miliband como líder. A estos últimos la jugada les salió bien porque consiguieron mantener la circunscripción con una victoria mucho más contundente de la que lograron hace ocho meses. Los resultados de entonces se invalidaron después de que un tribunal dictaminara que el ganador, el laborista Phil Woolas, había mentido en la campaña sobre el candidato liberal-demócrata Elwyn Watkins.
A pesar de que los liberal-demócratas quedaron ayer en segundo lugar –con un porcentaje ligeramente mayor que el obtenido en mayo– y los conservadores en un tercer puesto, los comicios fueron valorados como un varapalo para Nick Clegg. El viceprimer ministro está en sus niveles más bajos de popularidad y las medidas adoptadas en los últimos meses por la coalición le están haciendo romper sus promesas electorales. Primero fue la subida de las tasas universitarias y después la cruzada de brazos ante los bonus desorbitados de los banqueros. Los ciudadanos no le perdonan que haya roto su palabra y ayer se lo hicieron saber en las urnas.
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