Sevilla
Cumpliendo la mayoría de edad
Cada año más cosmopolita, la muestra ofrece al visitante un «viaje virtual» con el que romper fronteras
Sevilla- Quedamos en Cuba, pasamos por México y terminamos bailando samba en Brasil. Dieciocho años después, el espíritu de la Expo del 92 sigue vivo. El Festival de las Naciones se encarga de ello. «Sevilla, ciudad del talento y el encuentro» es el eslogan de esta temporada para una muestra que pretende ser cada vez más cosmopolita e integrar poco a poco a toda la sociedad sevillana, empezando por la música, la cultura o el deporte e ir atrayendo al mundo del toro, el caballo o la moda en un futuro cercano.
Alcanzar la mayoría de edad no ha sido fácil, pero al mismo tiempo ha resultado placentero. Romper fronteras, abrir una puerta al mundo sin barreras y generar un oasis de entretenimiento genera muchas satisfacciones. Dan fe de ello las más de 300.000 visitas con las que el próximo 1 de noviembre cerrará las puertas esta edición. «Queremos que la gente se transforme», asegura Sergio Frenkel, director y fundador del Festival, emocionado por la respuesta que cada año obtiene del público sevillano.
El concepto de «globalidad» está por encima de todo y va aparejado de un crecimiento sostenido desde que vio la luz allá por el año 93 en el Casino de la Exposición. Entonces, aún de pago, «las colas para entrar eran de 300 metros», recuerda Frenkel. Ahora, en el Prado de San Sebastián ha encontrado una ubicación ideal, aunque la actividad del Festival se traslada incluso fuera. De hecho, los Reales Alcázares de Sevilla fueron escenario la pasada semana de la VIII edición de los Premios Solidarios. Una gala con enorme trascendencia y seguimiento en la ciudad que homenajea a «los verdaderos embajadores solidarios de Sevilla». El «viaje virtual» al que invita el Festival tiene el lunes un final de primer nivel con la visita de Coyote Dax, en una fiesta de Halloween en honor al «Thriller» de Michael Jackson que no dejará indifere nte a nadie.
El Festival, además, apuesta por la calidad y la sontenibilidad. Es un evento que cuida y respeta el medio ambiente, que aboga por un consumo responsable, con sonido limitado para no causar molestias y un horario restringido. Ideal para la familia y que en los últimos años se ha convertido en un atractivo turístico más de la ciudad. «Es un punto de encuentro más para los visitantes», reitera Frenkel. ¿Alguien da más?
«Todo el mundo sonríe en el mismo idioma»
Un proverbio universal reza que «todo el mundo sonríe en el mismo idioma». Y no le falta razón. La muestra intenta transformar al público, y lo consigue. Sergio Frenkel es el fundador y director del Festival de las Naciones. Trabajó en el Pabellón de América de la Expo'92 y se enamoró de Sevilla y de su gente. «Al ver ese fenómeno de público y el éxito que tuvo me pregunté por qué no crear una expo en pequeñita y, sobre todo, por qué no en la ciudad que ya acogió otra en 1929, y aún sigue viva en la ciudad gracias a sus monumentos», explica con auténtica pasión argentina. «Para mí fue un sueño, porque después del 92 parecía que no había nada más», añade. El Festival ha sido ya exportado a otras 23 ciudades españolas, pero la única que repite cada año es Sevilla. Y en 2012, más.
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