Santo Domingo

La piel del oso

La Razón
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El candidato a la presidencia del Gobierno por el Partido Popular, Mariano Rajoy, se dio ayer un baño de multitudes en Murcia, 24 horas después de que lo hiciera Rodríguez Zapatero cuya presencia en la Región sonó más a despedida que a otra cosa. Rajoy vino para convencer, mientras que Zapatero dejó de sonreír por primera vez. Ya no es el que era. Por eso pasó de puntillas sobre los grandes temas (agua, infraestructuras, AVE y políticas sociales). Por el contrario, Rajoy dijo que no se olvidará de esta tierra ni de los grandes asuntos que le preocupan y anunció la creación de un Ministerio de Agricultura que es lo que más le puede interesar a Murcia. Elogió a Valcárcel y su figura política y se mostró convencido de la victoria que espera a los populares el próximo 22 de mayo. Acabado el encuentro con los militantes se fue a Santo Domingo donde centenares de niños le recibieron al grito de «presidente, presidente», toda una premonición de lo que va a suceder el 22-M. Zapatero da una imagen de agotado, sin ideas y cuestionado por los suyos, mientras que el líder del PP afronta esta etapa con el sabor de la victoria en sus labios. Pero las victorias electorales son las que salen de las urnas y eso ocurrirá el próximo mes. Hasta entonces la maquinaría política popular debe ser un reloj suizo y no dar por bueno lo que los electores aún no han dado. La victoria está cantada, pero eso solo será posible si le acompaña una gran movilización especialmente de sus bases y del electorado popular, porque como bien sabemos, los socialistas son maestros en darle la vuelta a las cosas. No se puede vender la piel sin haber cazado el oso por mucho que el oso se deje caer al suelo para que se le remate a placer.