Educación concertada
Mas no acatará el fallo del Supremo sobre el catalán
Barcelona- Artur Mas no tiene previsto cumplir la última sentencia del Tribunal Supremo que obliga a la Generalitat a que el castellano sea lengua vehicular en el segundo ciclo de la educación infantil.Así lo dijo ayer en el Parlament, en una sesión de control en la que la lengua evidenció que el presidente de la Generalitat tiene intención de saltarse al Alto Tribunal.
La sentencia fue dictada hace apenas una semana y no puede ser interpretada de manera individualizada como hace la Generalitat con el goteo de fallos del Supremo que dan la razón a los padres que piden que el castellano también sea lengua vehicular en la enseñanza. Declara nulos, por inconstitucionales, varios artículos del decreto 181/2008 de la Generalitat que establece el catalán como lengua vehicular en el segundo ciclo de la educación infantil, y, además, dice que es «discriminatoria» la atención individualizada a los alumnos castellanohablantes.
Pero el presidente de la Generalitat volvió a dejar claro que el catalán seguirá siendo la lengua vehicular de la enseñanza por muchas sentencias que se fallen a favor de los padres que piden una educación bilingüe. Se escudó en que la Ley de Educación de Cataluña (LEC) fue ampliamente aprobada por la Cámara catalana, está vigente y «por encima de cualquier decreto», por lo que no dará «un paso atrás» a la inmersión en las aulas cuyos orígenes habría que buscarlos en 1983 con la Ley de Normalización Lingüística. «Puede haber sentencias, pero el consenso sobre la política lingüística en esta Cámara es superior al 90%», por lo que el modelo «no variará» ni un ápice el próximo curso, argumentó.
El presidente de la Generalitat respondía así a una pregunta de la portavoz de ERC, que también le pidió que solicite a «sus socios» del PP que retiren el recurso contra la LEC. Llegados a este punto, Mas reprochó a los republicanos que les preocupe más la «politiquería» que la defensa de la lengua y les pidió que «no creen intranquilidad donde no la hay», ya que la portavoz Anna Simó insinuó un decreto del Gobierno para introducir el castellano como lengua vehicular.
Alicia Sánchez-Camacho aseguró que el PP no va en contra del catalán, sino que defiende un «bilingüismo integrador» de la misma manera que en otras comunidades donde gobiernan. La presidenta del PP catalán añadió que «no hay problemas con la lengua, solo los que se inventan».
Tras dejar claro Mas que no tiene ninguna intención de acatar la sentencia del TS, la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, repitió la cantinela por la tarde. «Estamos donde estábamos», argumentó ante de añadir que «si hace falta utilizaremos el blindaje social». La consellera pidió una «defensa serena» del modelo de inmersión porque, de lo contrario, «la voz de Cataluña será muy fuerte».
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