Cataluña

Tres de cada cuatro catalanes rechazan la independencia

Un informe de la Fundació Carulla y Esade señala que las posiciones políticas se están polarizando.

Imagen de la promoción de una consulta soberanista realizada en Sant Quirze
Imagen de la promoción de una consulta soberanista realizada en Sant Quirzelarazon

Barcelona-Un estudio elaborado por la Fundació Carulla y la escuela de negocios Esade desvela que tres de cada cuatro catalanes rechaza la independencia, pese al auge de esta ideología en los últimos diez años. La opción autonomista es la que cuenta con más adeptos, con poco menos del tercio de los encuestados.

Este informe, dirigido por el director de la cátedra Liderazgos y Gobernación Democrática de Esade, Àngel Castiñeira, y el catedrático de Sociología de Universidad de Deusto, Javier Elzo, se realiza cada diez años en diversos puntos europeos, y analiza la evolución de los valores de todos los ámbitos de la sociedad, entre ellos la política.

Elzo recordó que la encuesta, realizada a 1.200 personas, fue anterior a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, la manifestación del 10–J y las elecciones autonómicas, por lo que señaló que «ahora podrían cambiar algunas opiniones».


Gana el autonomismo
En el ámbito del grado de soberanía de Cataluña, la opción ganadora entre los encuestados en el informe es el autonomismo, con un 30 por ciento, pese a que baja hasta 20 puntos en comparación con el año 2000, cuando fue el modelo preferido del 50 por ciento de los encuestados. «Existe un cierto desgaste del sistema autonómico», apuntó Castiñeira. El segundo lugar lo ocupa el vínculo total con España, con un 25 por ciento, con una clara tendencia al alza, siete puntos más que hace diez años.

La tercera opción es el independentismo, con un 21 por ciento, el triple que en el estudio anterior, pero muy lejos del porcentaje sumado por todas las otras opciones. «En un hipotético referéndum sobre la independencia de Cataluña ahora ganaría el ‘no', pero en un año han cambiado muchas cosas», aseguró Elzo, antes de añadir que «el catalanismo actual es más afectivo y sociocultural que político».

Elzo señaló que «ahora la catalanidad está más relacionada con la voluntad de ser catalán, es más por convicción que por motivos de sangre o de nacimiento». El federalismo queda relegado a la cuarta posición, con un 20 por ciento, un porcentaje ligeramente superior al de 2000.

Por tendencias políticas, el estudio no arroja sorpresas. La mayor parte de los votantes de PSC y PP se muestran satisfechos con el modelo autonómico actual, que es considerado «insuficiente» por los electores de ERC, CiU y también ICV. Esta bipolarización entre ambos grupos está presente en todas las cuestiones de carácter identitario incluidas en este estudio. «Existe una cierta polarización ideológica en Cataluña, aunque no se trata ni mucho menos de una fuerte división entre dos bandos, hay más opciones», comentó Castiñeira.

El informe desvela que el soberanismo está mucho más arraigado en las poblaciones con menos de 10.000 habitantes, en comparación con las grandes ciudades, con bastante menos tendencia hacia el independentismo, especialmente en el área metropolitana. Respecto a la cuestión de la identificación nacional, una mayoría de los encuestados, el 53 por ciento, aseguran sentirse españoles.

Por otro lado, el estudio divide la sociedad catalana en cinco tipologías diferentes. Son los neoconservadores (con un 28,4 por ciento), individualistas cívicos (24,4), neomodernos (20), individualistas pragmáticos (16,4) y finalmente, en último lugar, los individualistas egocéntricos (10,8).



Alarma por la pérdida de valores

Una juventud secularizada
El estudio señala que, respecto al año 2000, la secularización ha crecido de forma imparable en Cataluña, especialmente entre los menores de 34 años. El 16 por ciento de los encuestados se declaran ahora ateos, mientras que hace diez años eran el 6 por ciento.
Desafección por los políticos
Otra conclusión del informe es que en Cataluña existe una creciente desafección por los políticos y por las instituciones de gobierno, especialmente el Parlament. No obstante, los encuestados se muestran interesados por el concepto de política.
Malestar por la inmigración
El 57 por ciento de los encuestados creen que en Cataluña viven demasiados inmigrantes. No obstante, los autores del estudio creen que es por motivos económicos, en ningún caso culturales. Las políticas más duras con los inmigrantes cotizan a la baja.