China
Limpia fija y da esplendor en internet
La Fundéu publica un manual para escribir en los nuevos medios y las redes sociales en un acto apadrinado por la Real Academia. El diccionario incluirá «tuit», «tuitear», «tuiteo» y «tuitero»
Hace 20 años, con la aparición de los mensaje de texto en los móviles, los estudiosos de la lengua y algunos padres preocupados por la formación de sus hijos se echaban las manos a la cabeza cada vez que veían la nueva y, en ocasiones, ininteligible forma en la que los jóvenes se expresaban: «Qdmos xa cenar?» «Dd nos vemos?» o «Yo tb t echo de -», por poner algunos ejemplos de esta escritura sintética. Todavía es pronto para saber si los peores augurios, esos que pronosticaban la muerte de la ortografía a causa de las nuevas tecnologías, se cumplirán. Sin embargo, dicha amenaza, de existir, está lejos de desaparecer. De la expansión del uso de internet y las redes sociales viene de la mano un código y unas conductas improvisadas que, en muchos casos, constituyen la mayoría de nuestra forma de escribir diaria. Incluso esa que «limpia, fija y da esplendor», es decir, la Real Academia, ha apadrinado la presentación del manual «Escribir en internet» (Galaxia Gutenberg), elaborado por Fundéu BBVA, que pretende aportar líneas maestras para escribir con corrección en internet.
Renovarse o no entender
«Es común encontrar fórmulas como "xq"en lugar de "porque"o prescindir del signo de apertura de las exclamaciones e interrogaciones. Sin embargo, esta economía del lenguaje en internet no se debe entender como ignorancia, sino como la adaptación de la escritura a estas nuevas realidades», explica Markus Steen, uno de los autores del libro. Recomendaciones, que no normas sobre un código en el que cada vez es más difícil estar al día. Un mes de vacaciones en el que permanecemos desconectados es suficiente para perder el tren. Un día, un amigo le guiña un ojo con el símbolo ;-) y usted cree que tiene el teléfono estropeado. Al siguiente, en su «TL» (timeline, es decir, el listado de tuits, la página principal) de Twitter alguien añade un LOL al final de su mensaje que significa «laughing out loud» («riendo a carcajadas», en español) y piensa que ha cambiado su firma y, de paso, su nombre. O, dado el caso, tiene que pedir por enésima vez que le expliquen la diferencia entre un post y un blog. No se sienta incomprendido. Este nuevo código va muy rápido.
El miedo que nos paraliza a veces ante expresar nuestra opinión en público a las redes sociales es prácticamente proporcional al escarnio del que somos capaces si un famoso comete una falta de ortografía. Al margen de la satisfacción de ver ridiculizados a aquellos que reciben generalmente tanta admiración, también «es una muestra importante de una sensibilidad social hacia el buen uso del idioma», según esta publicación.
Cuidado con los emoticonos
El uso de los emoticonos merece un capítulo aparte. De la misma forma que el movimiento de cabeza de un lado a otro no significa lo mismo en Oriente que en Occidente, los emoticonos que proliferan en las redes sociales, mensajes de texto y «whatsapp» tampoco. Si estás contento en España pondrás :-) mientras que si lo estás en China, deberás utilizar (^_^).
Importante también para aquellos que escriben en internet son los estudios sobre cómo nos enfrentamos a los textos digitales. En general, el tamaño debe ser menor que en el papel. De hecho, esto habla de un 50 por ciento de lo que se escribiría para un formato tradicional. La forma de leer también varía y respondería a la forma de la letra F. Es decir, la primera línea, después bajamos por las palabras pegadas al margen izquierdo, y otra vez hacia abajo.
Así que, lo importante, pegado a la izquierda. Además de servir de apadrinar y albergar la presentación de este volumen, la Real Academia ha querido sumarse a la innovación del lenguaje al que, irremediablemente, nos empujan las nuevas tecnologías. Por ello, la XXIII edición del Diccionario de la Real Academia Española, que se presentará en 2014 incluirá las palabras «tuitear», «tuiteo», «tuit» y «tuitero», así como «libro electrónico» y «blog», según anunció durante la presentación el director de la RAE, José Manuel Blecua. De esta forma se oficializa las versiones castellanizadas del léxico principal que se utiliza en la red social Twitter, una de las que más ha influido en los cambios lingüísticos que hemos tratado, principalmente, debido a la acotación a 140 caracteres de todo lo que queramos escribir.
Una última recomendación es aquella que se puede aplicar a cualquier página o red social en internet. Que esté escrito y publicado en un sitio no significa que sea cierto. ¿Nos creemos todo lo que nos cuentan en persona? No. Pues en internet tampoco. La única forma fiable de obtener información en la red es la misma que en persona: la confianza.
Qué no hacer en Twitter
-No es un depósito de enlaces, sino una red social de comentarios.
-Atención con las críticas que recibamos. esto va más allá de «cuatro gatos».
-Nunca prohibir el diálogo en la red. Hay que favorecerlo.
-Aceptar las críticas de los usuarios, y comentar el porqué: nunca atacar como respuesta.
-Hace falta disciplina si quien maneja una cuenta es un medio de comunicación. Este es un canal importante.
-Seguir probando siempre con herramientas nuevas, pero atención: con gente capacitada.
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