Con ETA por qué no

Y ¿por qué no? ¿Por qué los empresarios y profesionales vascos, navarros o de cualquier otra parte de España no tienen derecho a que el Gobierno les devuelva todo el dinero que han pagado a ETA? Una pregunta de mi amigo Rogelio, para la que no tengo respuesta. Si el Gobierno ha abonado unos cuantos millones de euros para que los dos cooperantes catalanes y, por ser catalanes, españoles, salvaran la vida, ¿por qué este mismo Gobierno de Zapatero no debe reintegrar todos los millones que esos otros españoles se han visto obligados a entregar a la banda terrorista para salvar sus vidas y las de sus familias? La pregunta es dramática, pero tiene sentido después de que el Gobierno de España –no me atrevo a sentenciar si con acierto o desacierto– haya aceptado el chantaje de las ramificaciones de Al Qaida. Si se apura la reflexión, los cooperantes habían apostado por una aventura desoyendo las recomendaciones y conociendo los riesgos a los que se enfrentaban. Por el contrario, los empresarios amenazados tan sólo se han dedicado a crear empleo o a coadyuvar al desarrollo de sus comunidades y de España. Es posible que no hubiera otra salida, pero nuestro Gobierno ha abierto una vía de graves consecuencias, como ya queda demostrado en las advertencias desde diferentes organizaciones a los turistas y cooperantes españoles como objetivos prioritarios a la vista de la rentabilidad que producen. La vida de Roque Pascual y Albert Villalta no tiene precio. Tampoco lo tienen las del resto de los españoles que no pueden realizar sus sueños en libertad. Ya que los convenios firmados no sirven, harían bien los políticos en consensuar una conducta de Estado. Así es la vida.