Esmeralda Orero : «No es extraño que se den casos de robo de bienes públicos»

VALENCIA- Su libro es un inventario exacto que recoge la información necesaria «para garantizar una gestión adecuada del patrimonio municipal». Es el primer estudio de estas características que se lleva a cabo ¿por qué no se ha hecho antes?
-El primer inventario («El Misal») es del año 1925. Desde entonces, el Ayuntamiento aprueba casi todos los años una rectificación en la que quedan reflejadas todas las modificaciones, ya sean incrementos, disminuciones o variaciones del patrimonio que se han producido a lo largo del año anterior. Hablar de primer inventario exacto sería una afirmación pretenciosa. De lo que hay que hablar es de un inventario general de bienes y derechos bien estructurado.
-¿Y qué ha sacado a relucir?
-El enorme espacio de mejora del que es susceptible la gestión patrimonial, estableciendo el necesario circuito de conexiones que debe de existir entre las actuaciones urbanísticas y sus repercusiones directas sobre la gestión patrimonial. Igualmente, se han puesto de manifiesto las carencias legislativas, tanto en la regulación del régimen de responsabilidad derivado de la gestión patrimonial, como del propio control de las propiedades municipales.
-En tiempo de crisis, ¿cómo se cuida el patrimonio público?
-El patrimonio público se ha de cuidar siempre, tanto en tiempos de crisis como de bonanza, y aún más en estos últimos. No es extraño que se produzcan usurpaciones o intentos de usurpación de determinados bienes, ya sea mediante ocupación posesoria o mediante anotación registral. Prueba de ello es que el servicio de Patrimonio cuenta con una sección expresamente denominada «Investigación, regularización y recuperación del patrimonio municipal». La legislación establece mecanismos para protegerlo, prerrogativas que van más allá de las que se reconocen a los ciudadanos, como por ejemplo la denominada recuperación de oficio, en virtud de la cual el Ayuntamiento puede recuperar por sí mismo, sin acudir a los Tribunales, los bienes de dominio público que se hayan podido usurpar, y los patrimoniales en determinadas condiciones.
-¿Cree que éste corre riesgo?
-Corre riesgo cuando no está inventariado, porque no está controlado.
-¿Cuánto patrimonio inmobiliario tiene la ciudad?
-El inventario general de bienes y derechos distribuye las propiedades municipales por epígrafes. De los ocho con los que cuenta, el Epígrafe I, denominado «Inmuebles», recoge este tipo de patrimonio agrupándolo en relaciones entre ellas las relativas al suelo, a los edificios, etcétera. Actualmente, y según la última rectificación aprobada, ascendía a 2.150 millones de€ euros. En principio, pueden estar en venta todos los bienes patrimoniales, pues, por definición legal, son aquellos cuya finalidad es la de producir ingresos al erario municipal. También pueden ser susceptibles de enajenación los bienes de dominio público si previamente son desafectados, siguiendo un procedimiento administrativo que requiere motivación, justificación y publicación.
-¿Sigue habiendo personas interesadas en la compra de inmuebles?
-Es evidente que en estos momentos ni se consume ni se invierte con facilidad, y también dependerá del tipo de inmueble a enajenar. No será lo mismo un pequeño trozo de suelo para completar un solar, que un edificio o un aparcamiento. La Generalitat está llevando a cabo actualmente un procedimiento de enajenación patrimonial con lo que pronto podremos comprobar si hay compradores.
-¿Quién considera que debe estar al cargo de esta gestión? ¿un político o un técnico?
-Las decisiones las toma un político y las ejecuta un técnico.

En primera persona
Funcionaria del Ayuntamiento de Valencia desde 1984, es también profesora del Instituto Nacional de Administración Pública, donde ha impartido numerosos cursos y jornadas, principalmente en el ámbito del urbanismo y el derecho patrimonial, siendo autora de diversos trabajos de investigación, artículos, monografías y publicaciones. «Aprendí de mis predecesores y procuré mejorar en lo posible».