Vicálvaro se vuelca ahora con la repatriación de Gabriel Vidrascu

MADRID- Cuando el pasado 24 de septiembre, Gabriel Vidrascu no regresó a su casa, los vecinos de Vicálvaro comenzaron a organizarse para ayudar a sus padres a encontrar al pequeño. Convocaron concentraciones en el barrio y a los pocos días realizaron batidas con las que obtener, al menos, alguna pista sobre su paradero. Diez días después, llegaba la peor noticia posible. El cuerpo sin vida de Gabriel era encontrado en una laguna cercana al parque en el que fue visto por última vez.

La tristeza inundó el barrio, pero los vecinos y amigos de los Vidrascu comprendieron que no era momento de olvidarse del caso. Arroparon a la familia en los momentos de dolor y ahora, fundamentalmente a través de las redes sociales, continúan manteniendo viva la llama de la solidaridad. Uno de los objetivos de estos grupos de vecinos es conseguir el dinero necesario para poder sufragar la repatriación del cadáver del niño a Rumanía, trámite cuyo coste se sitúa en torno a los 7.000 euros. Una cantidad que Ginel y Mirabella, padres de Gabriel, no pueden sufragar, al encontrarse los dos sin empleo. Para este fin, se ha abierto una cuenta corriente –0049- 3154- 41-2814030977, en el Banco Santander– en la que hasta el momento han logrado recaudar algo más de 2.500 euros.

500 euros de los vecinos
Pero los gestos solidarios no terminan aquí. En las inmediaciones de la casa familiar de los Vidrascu, varias decenas de velas continúan rindiendo homenaje a la memoria del pequeño. Además, la comunidad de vecinos de este edificio ha aprobado destinar 500 euros de sus fondos a la cuenta corriente con la que repatriar el cadáver.

Otro de los enclaves de Vicálvaro en los que se está haciendo más palpable esta ola solidaria es en el Colegio La Presentación, al que cada día acudía Gabriel. La dirección del centro escolar ha decidido ubicar en sus instalaciones una hucha en la que profesores, padres y todo aquel que lo desee pueda hacer su pequeña aportación para ayudar a la familia. Los propios niños del colegio se han puesto manos a la obra a través de la confección de pulseras y collares que venden a cincuenta céntimos. El hecho de que la hermana mayor y el hermano pequeño de Gabriel sean alumnos de La Presentación hace que el recuerdo del niño fallecido no se apague. No en vano, y ante las dificultades económicas por las que atraviesan los padres, una madre del colegio no dudó en dar el uniforme de su hijo a Ginel y a Mirabella para el más pequeño de los Vidrascu, que comenzó a ir a clase en septiembre.

Llamada solidaria en internet
A través de internet, los vecinos han instado en las últimas semanas a que asociaciones, comerciantes y vecinos se impliquen en la causa de Gabriel. Grupos de Facebook que superan los 500 miembros y que suponen un buen ejemplo de solidaridad. Para garantizar la transparencia en lo referente al dinero donado, cada viernes publicarán la cantidad recaudada. Cuando lleguen a los 7.000 euros necesarios para repatriar el cuerpo de Gabriel, el banco tiene orden de no aceptar más donaciones.