Conferencia Episcopal
El matrimonio indisoluble centra la homilía de Rouco en la Inmaculada
En su predicación central anoche en la Vigilia de la Inmaculada, en la Catedral de la Almudena, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, relacionó «el Misterio de la Inmaculada Concepción» con la santidad en el matrimonio y la familia.
«El don de la vida, desde su inicial manifestación en la concepción del ser humano, es sagrado y, por tanto, inviolable. El amor del padre y de la madre, fiel hasta la indisolubilidad, es imprescindible para el hijo, su fruto más maduro y valioso. Sin él, no crecerá y se desarrollará de forma expedita, humana y espiritualmente, hasta llegar a conformarse como persona responsable: responsable de sí mismo y responsable de los demás, en la familia y en la sociedad, ante Dios y ante los hombres». El cardenal puntualizó, además, que «el llamado "pluralismo familiar"no puede tampoco sostenerse a costa de los bienes esenciales del matrimonio y de la familia: de la familia que nace de la unión fiel del varón y de la mujer y que sobre él se edifica y mantiene».
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