Bruselas

Un plan pionero duerme el sueño de los justos desde 2006

Esta situación no es nueva. Feacab lleva muchos años alertando a la sociedad y a las autoridades sobre el impacto que tiene entre la población la no uniformidad de las tallas. Impacto que es mayor en las mujeres, que conlleva un riesgo de incrementar la insatisfacción con el propio cuerpo y que está estrechamente relacionado con los trastornos de la conducta alimentaria.

Un plan pionero duerme el sueño de los justos desde 2006
Un plan pionero duerme el sueño de los justos desde 2006larazon

Ya en 1999, la Comisión de Educación y Cultura del Senado dictaminó la elaboración de un estudio antropométrico que permitiera conocer las medidas reales de los españoles y homologar las tallas. En 2007, el Ministerio de Sanidad, al frente del cual estaba Elena Salgado, firmó un acuerdo con Inditex, el Corte Inglés, Cortefiel y la asociación de Creadores de Moda para unificar las tallas de ropa, según los resultados de un estudio antropométrico. El sucesor de Salgado, Bernat Soria, hizo público a bombo y platillo los resultados del mencionado estudio que dividía a las mujeres españolas en diábolos, cilindros y campanas.

Los resultados de ese estudio y las directrices europeas recomiendan la adopción en España de un patronaje más preciso, que contemple diferentes parámetros: busto, cintura y cadera, en función de la estatura.

Comenzaba 2008, corría, concretamente, el mes de febrero, cuando el ministro presentó aquel estudio antropomórfico.

Pero hoy, las franquicias de los grupos que se adhirieron al acuerdo de 1999 no lo cumplen porque, según aseguró Cristina Carretero, directora del Barómetro sobre el impacto de las tallas en la población, fue la actual ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, la que en 2009 prorrogó el cumplimiento del acuerdo hasta 2015, alegando que, por la coyuntura de crisis económica, no era conveniente para estas empresas el desembolso que supone un cambio en su sistema de tallas. Fuentes del Ministerio de Sanidad aclararon ayer que «lo único que ha hecho la industria textil es pedir que se «reestructure» la base de datos que contiene la información antropométrica «para manejarla mejor», según informó Servimedia.

En definitiva, el problema a la hora de comprar ropa continúa. Han pasado tres ministros por Sanidad, y aquel plan se halla durmiendo el sueño de los justos.


LA OPINIÓN DE LA PASARELA
Roberto Torreta: «Es algo muy serio como para echarnos la culpa»
Desde su firma, Torreta asegura «que la tabla de sastrería se respeta a rajatabla». Así, el diseñador bonaerense entiende «que tenemos una responsabilidad», y recordó el compromiso adoptado de certificar el Índice de Masa Corporal de las modelos. También opina que «el tema de la anorexia es demasiado serio como para echarle la culpa a los modistas».

Miguel Palacio: «Las firmas no tenemos tanta influencia»
Palacio aclara que «en España hay un tallaje establecido», no así en marcas francesas e italianas, y que «el patrón es la talla 38». Así, una 38 en España sería mayor aquí que en esos otros países. «Como intención, unificar las tallas es una buena medida, pero no tiene más importancia. No tenemos tanta influencia para solucionar problemas como la anorexia», afirma. dice.

Roberto Verino: «Queremos evitar la confusión de la gente»
La talla 38 que utiliza Verino, formado en Francia, equivale a una 40 española. Por eso, «vamos a denominar las tallas con el patrón internacional de Small (S), Medium (M) y Large (L) para evitar la confusión» del consumidor, afirma. Verino defiende que las firmas «no somos nunca la causa» de estos problemas, pero «queremos dar soluciones». «Hemos de ponernos de acuerdo», asegura.

Modesto Lomba: «Hay que resolver el problema en Europa»
Lomba cree que el problema del tallaje «hay que resolverlo en el conjunto de Europa», pues «unificar las tallas sería mejor para todos». Así, recordó que el Gobierno llevó el tema a Bruselas. Como presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España, asegura que «somos sensibles al problema, colaboramos al máximo y no se nos puede acusar de nada».