Impuestos

Hacienda deja la costa a merced de los narcotraficantes

La falta de previsión hizo que el Ejército del Aire se quedara sin horas de vuelo y suspendiera la actividad.

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Madrid-Todos los temores generados por la externalización de la gestión de los seis aviones de la Agencia Tributaria (AEAT) se han confirmado. La falta de planificación en el proceso de traspaso de poderes ha provocado situaciones muy graves. Una de ellas, la más reciente, es la suspensión de la vigilancia aérea durante diez días que ha dejado las costas españolas a merced de los narcotraficantes.

La Agencia Tributaria adjudicó el servicio por un periodo de dos años a una Unión Temporal de Empresas formada por la operadora de servicios aéreos Inaer y la aeronáutica Airbus Military (filial de EADS) por un importe de 5,5 millones de euros. El acuerdo entró en vigor el 1 de octubre y fue aplazado hasta el 15 de noviembre porque no se ha completado el proceso de cambio de matrículas militares a civiles y la empresa privada no puede comenzar su actividad. Los dos primeros C212 empezarán a ser operados por Inaer a partir de mañana (lunes 15 de noviembre) y el resto se irán completando de forma paulatina a finales de este año y durante el próximo curso. El convenio establece un periodo de convivencia entre la UTE y el Ejército del Aire, pero se ha incumplido antes de entrar en vigor.


Fronteras sin control aéreo
Al ampliar el plazo hasta noviembre, el Ala 37 se ha quedado sin horas de vuelo y ha estado parada diez días. Durante este tiempo no se han realizado operaciones de control aéreo de fronteras, misiones de inteligencia y de investigación, persecución y represión de los delitos de contrabando. Las fuertes tensiones entre los militares y la Agencia Tributaria acabaron la semana pasada con un acuerdo que estipulaba que se utilizaría un avión de la base de San Javier para realizar dos operaciones más. El acuerdo fue un retal para intentar tapar una vía de agua en el conflicto porque la Agencia Tributaria tenía una importante investigación en marcha. De hecho, en la tarde del pasado jueves, el Servicio de Vigilancia Aduanera llevó a cabo la mayor operación marítima contra el narcotráfico de los últimos diez años. El único C212 movilizado tras el acuerdo localizó una embarcación sospechosa de bandera holandesa a 120 millas de la costa de Cádiz, en aguas internacionales. Se incautaron de 20 toneladas de hachís y detuvieron a los tres tripulantes de la embarcación.


Uno de los seis, al desguace
Si las condiciones del contrato no sufren cambios de última hora, a partir de mañana dos aviones operados por Inaer tendrán que hacer el mismo trabajo que hacían los seis tripulados por el ejército del Aire. De esta forma, será complicado ofrecer un servicio de garantías hasta que no se complete el cambio de matrículas.

El proceso de la modificación de las placas de los C212 también ha generado muchas complicaciones. Los aviones operados por el Ejército, algunos con más de 30 años, han llegado a manos de Airbus Military en un estado lamentable. La normativa militar para volar es bastante más laxa que la civil, por lo que la UTE ha tenido que hacer un gran esfuerzo para cumplir con las exigencias aeronavales. De hecho, uno de los seis aviones será desguazado y utilizado para recambios.

Los funcionarios de Vigilancia Aduanera consideran que «mantener las tres bases operativas que hay en la actualidad –Levante, Andalucía y Galicia– con cinco aviones va a ser muy complicado porque todos los aparatos tienen que parar para ser revisados, y durante ese tiempo deben ser suplidos por otros. Si hay tres bases y cinco aviones, una quedará en algún momento sin patrullar».

Otro de los puntos del convenio que no se ha cumplido es el de la instalación de una cámara térmica y una móvil. Según denuncian los funcionarios de Vigilancia Aduanera, Inaer comenzará su gestión sin la cámara de visión nocturna acordada porque el dispositivo «no dispone de las certificaciones necesarias para su uso». Esta situación es inconcebible para los funcionarios porque «los aviones son pieza clave en la mitad de las misiones contra el narcotráfico y participan de forma activa en la otra mitad, porque realizan tareas de patrulla, mientras que los siete helicópteros y las 47 embarcaciones se limitan a las intervenciones», añaden.

Además, indican que «la descoordinación que existe entre AEAT, la Guardia Civil y la secretaría general del Mar no tiene sentido. Dicen que no hay medios, pero la Benemérita tiene dos aviones para la lucha contra la inmigración ilegal y no vuelan de forma habitual. La Secretaría General del Mar tiene tres aviones para combatir la pesca ilegal y están prácticamente parados».

El cambio de modelo de gestión es ya una realidad. La razón obedece a criterios económicos, como reconoció a LA RAZÓN el director general de Aduanas de AEAT, Nicolás Bonilla. «El espíritu del acuerdo es conseguir una mayor operatividad. El Ejército tenía un problema para volar de noche porque no teníamos cámaras térmicas». Sobre la cuestión económica, Bonilla recordó que en el contrato firmado con el ejército había que ceder el 15% de las horas de vuelo para formación de los pilotos y ahora todas las horas son para nosotros, lo que supone un ahorro importante».

Los sindicatos policiales y de la Guardia Civil han alertado de que la privatización del servicio va a provocar más descoordinación, cuando lo necesario es la formación de un cuerpo conjunto entre las Fuerzas de Seguridad y la Agencia Tributaria.

A pesar de las evidencias, un portavoz de la Agencia Tributaria negó que se hubieran suspendido las operaciones y confirmó que a partir de mañana el consorcio contará con dos aeronaves con matrícula civil provisional y con otras dos que iniciarán los trámites para el cambio de placas.


Airbus Military e Inaer se asocian
- Airbus Military ha formado una unión temporal de empresas (UTE) con la compañía española Inaer de servicios de aviación para la realización de estos trabajos, lo que supondrá un paso clave en el plan de desarrollo del negocio de servicios al cliente de Airbus Military. El primero será la gestión del contrato, así como de las mejoras necesarias en los aviones, el mantenimiento, el servicio de respuestos y la gestión de la flota. Inaer se encargará de la operación técnica de vuelo y aportará tripulaciones con dedicación exclusiva. Según el contrato, tres aviones deberán mantenerse disponibles siempre a dos horas vista con aviso previo del cliente.